YAIR SHELEG
HAARETZ

Las mujeres pueden llevar a cabo el acto de aliá a la Torá y hasta leer de la Torá, dice el Profesor Rabino Daniel Sperber, un rabino ortodoxo que es también el presidente de Hemed, el consejo público que asesora al Ministerio de Educación sobre la educación nacional religiosa.

La palabra aliá quiere decir “ascensión” y se refiere al acto de ir hacia la Torá (que se lee desde la bimá en un nivel más alto que el de la congregación para significar que es sagrada) y recitar la bendición sobre la Torá. La cuestión de si les está permitido a las mujeres llevar a cabo este acto ha sido uno de los puntos más polémicos entre el judaísmo ortodoxo y otras escuelas de pensamiento judío. Sperber, un profesor de Talmud, quien ha sido laureado con el Premio Israel, expresó esta opinión en un número reciente de Deot, una publicación de uno de los movimientos liberales del sionismo religioso.

Aunque Sperber tiene cuidado de no referirse a su artículo como un fallo, ésta es aparentemente la primera vez que un rabino ortodoxo le permite a las mujeres llevar a cabo el acto de aliá. Sperber afirma que la prohibición para las mujeres fue limitada desde un principio. De acuerdo al tratado Megila de la Gemará, “Todos pueden ser incluidos entre los siete (llamados a la Torá en Shabbbat), hasta un menor o una mujer”, pero los Sabios decían que las mujeres no debían leer de la Torá debido a la dignidad de la congregación (kevod ha-tsibur).

Sperber cita una interpretación popular de la frase “dignidad de la congregación”, de acuerdo a la cual la dignidad está sólo comprometida cuando ninguno de los hombres presentes puede leer la Torá, y si una mujer lee los hombres serán avergonzados. Por lo tanto, ostensiblemente, en nuestros días cuando la mayoría de los hombres pueden leer la Torá, está razón para excluir a las mujeres ya no es más relevante.

Además, Sperber, destaca que no está claro si la afirmación de que una mujer no debería leer de la Torá debido a la dignidad de la congregación fue alguna vez un fallo categórico o simplemente una recomendación. Sperber también citó a algunos especialistas en Halajá relativamente recientes que dijeron que la prohibición está limitada a ciertas circunstancias. Rabi Meir (Maharam) de Rutenberg, un erudito judío del siglo XIII que era considerado bastante conservador en lo concerniente a las mujeres, dijo que, cuando no hay bastantes hombres que pueden leer, “la dignidad de la congregación tendrá una prioridad secundaria”.

Rabi Iosef Karo, el autor de Shuljan Aruj, afirmó que “todos pueden estar entre los llamados a la Torá, hasta las mujeres”, y fueron solamente interpretes posteriores de sus escritos que cercaron la afirmación y pusieron la condición de que los siete no podían ser sólo mujeres o menores.

El argumento decisivo, de acuerdo a Sperber, es el argumento de que el concepto de la dignidad de la congregación, que desde el principio fue poco claro, hoy en día está superado por el valor de kevod ha-briot—la dignidad del individuo; en este caso la dignidad de las mujeres que son excluidas de la lectura de la Torá.

Sperber ofrece pruebas de que el razonamiento de kevod ha-briot fue usado a través de las generaciones como un factor decisivo cuando había alguna duda sobre un fallo Halájico; debería ser aplicado en la misma forma en este caso, afirma Sperber.

Sperber explica que su artículo no fue escrito en respuesta a las mujeres que han comenzado recientemente a leer la Torá a la par de los hombres en la comunidad Shira Jadasha en Jerusalem. Más bien está respondiendo al debate que apareció en Edah, una publicación de la comunidad ortodoxa moderna de los Estados Unidos.

El artículo de Sperber probablemente les posibilite a muchas mujeres llevar a cabo el acto de aliá y quizás habilite a comunidades enteras a permitirlo. Sin embargo, Sperber siente que, en su propia sinagoga en la Ciudad Vieja de Jerusalem, su punto de vista no será aceptado. “Son tan conservadores que no puedo siquiera convencerlos que una mujer puede bailar con el rollo de Torá en Simjat Tora”.

El Rabino Daniel Sperber es profesor de Talmud en la Universidad Bar-Ilan, Presidente de la Ludwig y Erica Jesselson Instituto de Altos Estudios de la Torah en el Bar Ilan, de renombre mundial de expertos en filología clásica, historia de las costumbres judías, judías historia del arte, la educación judía y estudios talmúdicos. Rabino de la sinagoga Menachem Sión en la Ciudad Vieja de Jerusalén, y ganador del Premio Israel por su trabajo sobre la ley judía, y autor de innumerables libros y artículos sobre el carácter y la evolución de las costumbres judías, incluyendo su más reciente libro sobre la mujer participación en la oración pública, – Darkah vivienda Halakha Kiryat Nashim b’Torah, “El Camino de Halacha – Lectura de la Mujer de la Torah”.