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BENJAMÍN LAUREANO LUNA PARA ENLACE JUDÍO

Como si se tratara de terroristas de intifada, el 1 de Sivan de 5773, rabinos jaredí ultras exhortaron a 6,000 mujeres estudiantes de seminarios, a “rezar” masivamente ante el Kotel (Muro Occidental o Muro de los Lamentos), para impedir que cien “Mujeres del Muro”, se presentaran a rezar, ataviadas con talit, tefilín y kipá y leer los Rollos de la Torá, a las que maldijeron y les lanzaron piedras, botellas, agua, sillas, incluso escupitajos en la cara, por considerar estos intolerantes fanáticos, que las prácticas de las mujeres reformadoras, son un desafío, blasfemia y una provocación a la ortodoxia, pero el choque tipo fascista, fue evitado por la policía que acudió a escoltar a las “Mujeres del Muro”, que llenas de alegría, celebraron Rosh Jodesh Sivan y cantaron el canto tradicional para este tipo de acto. Cinco mujeres fueron capturadas: dos fueron interrogadas y tres quedaron detenidas.

Estuvieron presentes los dirigentes de los partidos “Judaísmo Unido de la Torá” y “Shas”, estimulando la intolerancia y en el lado opuesto el “Movimiento Reformista de Israel”. El rabino reformista, Guilad Kariv, dijo que los líderes ultras, profanaron “la Santidad del Kotel”.

El rabino del Kotel, Rabinovich, comentó: “Estas escenas dañan los ojos. La Torá debe servir para Unir”, y agregó: “Pido al Señor, que otorgue a todos, inteligencia para superar esta controversia”.

El Ministro de Asuntos Religiosos, el Procurador General y el Ministro de Justicia, están formulando nuevas regulaciones para los lugares santos. Este choque en el Kotel afectará a los que lo gestaron.

Mundialmente se ha puesto en evidencia la intolerancia ultra, similar a la intolerancia musulmana yijadista o a la intolerancia de la “Noche de San Bartolomé”.

Pero en realidad ¿los ultras defienden la Santidad del Kotel y la Tradición Milenaria Judía? o pretenden crear inestabilidad política, para que el Estado les restituya sus privilegios: subsidios, que el Estado los mantenga y no presten servicio militar.

El Juez de Distrito falló en favor de las “Mujeres del Kotel”, y dijo en su sentencia, que no hay prohibición para nadie para que acuda a rezar. Las costumbres cambian con el tiempo.

Las Naciones Unidas proclamaron el 10 de diciembre de 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos. El “Padre de la Declaración” fue el judío René Cassin, Presidente de la Unión Universal Israelita, y la población calificó a este documento como la “Segunda Biblia de la Humanidad”. En esta declaración se proclamó el derecho a la libertad religiosa, la igualdad entre el hombre y la mujer, tolerancia con las ideas de otros, educación en materia de derechos humanos, convivencia pacífica y libertad al ser humano para ingresar a un partido, salir de él e ingresar a otro, pero sobre todo: RESPETO A LA DIGNIDAD.

La Torá establece: No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti. Ama a tu prójimo. El ser humano es una Creación Divina. Atentar contra su dignidad (escupiéndole o apedreándole) es atentar contra esa Creación Divina.

La palabra hebrea “jarut” significa grabada y la expresión “jerut” significa LIBERTAD, y A’ es considerado EL LIBERTADOR.

Momentos antes de decir la Amidá, se dice Vihalelú: A’ de Bondad, Bendito seas Tú, Eterno, porque BONDAD es tu nombre.

En la Ética de los Padres, Pirké Avot, se considera NAZUF (Reprochable), a quienes CONOCEN LA LEY PERO NO LA PRACTICAN.

Estamos ante este último caso.