JONATHAN AMOS

Japón está acostumbrado a los terremotos, pero el del viernes fue el más violento en más de 150 años.

Un nuevo día, un nuevo terremoto. Pero el sismo de 8,9 grados en la escala de Richter que se produjo cerca de la costa de Honshu, en Japón, será sin duda uno de los sucesos destacados de 2011. Tal vez no por el número de muertos, pero seguramente por su escala.

Por lo general uno o dos terremotos de esta magnitud tienen lugar todos los años. Pero incluso para un país como Japón, acostumbrado a este tipo de eventos, el sismo de este viernes es extraordinario.

Los libros de historia registran siete terremotos de 8 grados o más en Japón desde 1891. Y después de los grandes temblores, vienen las grandes réplicas.

Fuente: Centro de Información de Terremotos del Servicio Geológico de EE.UU.

Las primeras imágenes de video que llegaron de Japón fueron dramáticas: trabajadores agarrándose de sus escritorios mientras todo se sacudía a su alrededor y edificios en llamas siendo arrastrados por las aguas del tsunami.

Las placas tectónicas en esta parte del mundo son, comprensiblemente, bastante conocidas: en Japón se produce aproximadamente el 20% de los terremotos de 6,0 grados o más de magnitud, y los sismógrafos registran algún tipo de movimiento telúrico en promedio cada cinco minutos.

Y el país es parte del “Cinturón de fuego”, la línea en la que se producen abundantes terremotos y erupciones volcánicas, que rodea virtualmente a todos los países de la cuenca del Pacífico.

En esta zona, las rocas que conforman el suelo del Océano Pacífico son jaladas hacia abajo, mientras Japón se mueve en dirección oeste, hacia Eurasia. Y aunque el epicentro del terremoto de este viernes se ubicó en pleno océano –a unos 130 kilómetros de la ciudad de Sendai-, el mismo también fue relativamente superficial: a 24 km del lecho oceánico.

Esto claramente produjo bastantes movimientos verticales en el lecho marino, lo que provocó el tsunami que en poco tiempo azotó las costas japonesas.

Según el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico, administrado por estados unidos, olas de hasta 7,3 metros de alto se registraron en las costas de Japón. Y mar adentro las boyas de alerta registraron olas de hasta un metro de amplitud, lo que es considerable.

Y esto significa que las olas cruzarán el Océano Pacífico en dirección a Filipinas, Hawai y probablemente también el territorio de Norte y Sur América.

AMÉRICA LATINA EN ALERTA

Los sismólogos, por su parte, seguramente estarán interesados en la relación con una serie de fuertes temblores previos registrados en días recientes.

Estos empezaron el nueve de marzo con un temblor de 7,2 que se produjo a sólo 40 kilómetros del terremoto de este viernes, y continuó con tres otros sismos de más de 6 grados el mismo día.

Y, en términos de atención pública y reacción, estos temblores pueden haber resultado sumamente importantes, pues le recordaron a los japoneses lo qué hay que hacer para protegerse en caso de terremoto.

Por último, hay que recordar que la escala que mide los terremotos no es una simple escala linear.

Cada grado de magnitud equivale a un aumento de 32 veces la energía liberada por el terremoto. Es decir, el sismo de 8,9 de este viernes fue 250 veces más enérgico que cualquiera de los temblores del miércoles y aproximadamente 1.400 veces más fuerte que el terremoto de Kobe de 1995, de 6,8 grados.

LOS MAYORES SISMOS *

Chile, 1960. Magnitud 9,5 en la escala de Richter.

Alaska (EE.UU.),1964. Magnitud 9,2.

Sumatra (Indonesia), 2004. Magnitud 9,1.

Kamchatka (Rusia), 1952. Magnitud 9,0.

Japón, 2011. Magnitud 8,9.

Chile, 2010. Magnitud 8,8.

*Desde el año 1900.

BBC MUNDO