DANIEL GARZÓN LUNA

“Incluso si la sentencia es reducida en una apelación, hay una cosa que no cambiará: Que la persona que firmaba las leyes de Israel y tomaba juramento a sus jueces será castigada muy severamente por violar esas leyes e irá a prisión durante años.”

“Los jueces del Tribunal del Distrito de Tel Aviv, George Karra, Miriam Sokolov y Judith Shevach pusieron ayer un hito para el Estado de Israel.”

El Tribunal del Distrito de Tel Aviv condenó el pasado día 22 de los corrientes a Moshe Katsav a siete años de prisión por el delito de violación cometido con empleadas a sus órdenes durante su mandato como ministro de Turismo y más tarde como presidente de Israel. Esta sentencia, precisamente por recaer sobre la que ha sido primera autoridad del Estado de Israel desde 2000 a 2007, ha dado muestra y ejemplo de lo que significa en una democracia que el imperio de la Ley y el Derecho es inamovible y la aplicación “del que todos los ciudadanos son iguales ante la Ley” es un hecho y no es pura falacia.

Israel, un Estado joven donde los haya, ha demostrado con esta sentencia que goza de una justicia independiente a todas luces, realidad que naciones con muchos siglos de historia ya quisieran para sí, especialmente naciones como España, la Nación más antigua de Europa como unidad nacional.

La sentencia de la justicia judía en el caso de Moshe Katsav me hace sentir envidia del pueblo judío porque ha demostrado que goza de una Justicia totalmente independiente, cosa que España, después de sus muchos siglos de existencia como Nación, está aún por conseguir, a pesar de que La Constitución española actual así lo estipula. España tiene a su justicia acogotada y rehén de la política en los grandes temas nacionales, inmersa en un páramo desértico que produce desazón y desaliento a la inmensa mayoría de los españoles que con gran ilusión apostamos en su día por la Democracia, la cual nunca será completa mientras la Justicia (jueces y fiscales) no sean totalmente independientes de los otros dos poderes, el legislativo y el ejecutivo, objetivo a alcanzar inexcusablemente por nuestra ciudadanía.

‘Chapó’ al pueblo de Israel que ha sabido cimentar en muy corto periodo de tiempo una democracia con el bastión de la Justicia con absoluta independencia de los poderes ejecutivo y legislativo.

HAARETZ