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El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu llegó el jueves a Moscú, un día después de un atentado cometido en Jerusalén, para una visita destinada a tratar de convencer a Rusia de que no se muestre indulgente con Siria e Irán.

El jefe del gobierno israelí se reunirá en primer lugar con el presidente ruso Dimitri Medvedev y luego tendrá conversaciones con el primer ministro Vladimir Putin, durante esta visita que las autoridades rusas querían dedicar a reactivar el proceso de paz israelo-palestino.

Sin embargo, un responsable israelí en Moscú destacó el miércoles que ese orden del día fue cancelado por el atentado cometido en Jerusalén, que dejó al menos un muerto y 30 heridos cerca de una parada de autobuses.

Antes de partir a Rusia, Netanyahu advirtió que su país devolverá “cada golpe” de los “terroristas” y que Israel se defenderá “con una voluntad férrea” contra los ataques.

Por su parte, Rusia condenó el miércoles un “acto terrorista bárbaro”, destacando que no había que permitir que el mismo desestabilizara el proceso de paz en Medio Oriente.