MAY SAMRA

Desaparece una gran mujer: la “shive” se llena de jovencitas quienes, con familiares, dan un último adiós a quien le dio un uso muy especial al “gasto” que sus hijos le entregaban cada semana.

La Sra Elvira Zaga, aunque fue educada “a la antiguita”( y quizás debido a ello),  siempre creyó que las mujeres,más aún que los hombres, debían tener una educación universitaria.

Por ello, decidió becar sólo a mujeres (con una que otra excepción) que no tenían posibilidades económicas para cursar educación superior.

Recibía a sus becarias una vez al mes, quienes platicaban de sus logros y de sus tropiezos. Más de 50 niñas le deben su éxito profesional; sin embargo, no divulgó nunca su identidad.

Un verdadero “Matan Baseter”.

Otra cualidad de Elvira era su integridad: “Nunca habló mal de nadie”, comentan sus hijos, quienes consideran la posibilidad de seguir con su labor filantrópica.