JESSICA KREIMERMAN LEW ( De la serie: Como recuperar tu poder)

Leap and the net will appear (zen saying)

Salta y aparecerá la red (dicho zen)

SAL DE TU ZONA DE CONFORT – Si te quedas toda la vida estacionada en lugares que conoces, puede que el día que te topes con lo desconocido, no sepas qué hacer. Y de todos modos tu misma vida se encargará de llevarte a ellos. Cuando voluntariamente abres tus horizontes a lugares, situaciones y personas que no te son familiares, irás descubriendo dimensiones tuyas que no sabías existían y podrás comprender que el Mundo es un vasto jardín de sorpresas.

TOMA UNA PAUSA – La mayor parte de la gente vive en automático. Esto comienza al nacer, cuando el “sistema” – la familia, la escuela, el estado, la iglesia, y el mundo corporativo –  se encarga de encaminarte en una dirección, que varía ligeramente según el dinero en tu familia, según tu color, tu nacionalidad, según si eres hombre o mujer. El sistema promueve la dualidad y se construye con pensamientos y acciones que son premiadas o castigadas. Se apropia de tu tiempo y te dirige a ser controladora o controlada, consumidora o consumida, explotadora o explotada, compitiendo por mantener un espacio en la tierra. Se basa la eliminación de tu autoestima a través de mensajes de miedo y escasez, para que de esa manera puedas ser fácilmente controlada. Genera seres que viven sin reflexión. Hay un tiempo de diferencia entre el pensamiento y la acción, y ese, señala Moshe Feldenkrais en su Conciencia a través del Movimiento, es el que hace la diferencia entre vivir en automático y vivir con conciencia. “Este retraso entre el proceso de pensamiento y su traducción a la acción es suficiente para generar la acción de inhibirlo. Esta pausa nos permite examinar qué está ocurriendo dentro de nosotros en el momento cuando la intención de actuar se forma, como cuando se lleva a cabo.” Este espacio es el que te otorga la posibilidad de conocerte y de responder a las situaciones de otra manera. El camino de la conciencia implica re-evaluar todo aquello que te fue impuesto, y quedarte con los valores coherentes con el corazón, que es el verdadero guardián de tu sabiduría.

ENCUENTRA TU EQUILIBRIO – Buda habla del camino del medio. La belleza reside en el equilibrio. ¿Eres una persona que valora más el dar que el recibir? ¿Piensas más de lo que sientes? ¿O valoras más el sentir?¿Dominas o te dominan? ¿Víctima o victimario? Hay muchas maneras de vivir desequilibrada. Si no te das tiempo para hacer cosas que te gusten, si dedicas demasiado tiempo a los demás, si das para que te den o para que te quieran, si tu vida depende de la aprobación de los demás, si exiges aprobar la vida de los otros, si trabajas de más para no tener que cuestionar tus vacíos en otros lados, tampoco vives en equilibrio. El físicoDavid Bohm habló del universo holográfico, donde cada aspecto de tu vida es una reflexión de todos los otros aspectos. Si hay una parte que no está funcionando bien, todas las demás funcionan en compensación.

ENCUENTRA TU MASCULINIDAD & FEMINIDAD – Más que fijarte en tu género, observa tu parte masculina y femenina. Tienes estas dos energías dentro de ti conviviendo tan agradable o desagradablemente como lo hacían tu padre y tu madre. Es a través de esas dos fuentes que construyes identidad y por eso es importante en tu camino de evolución revisar la corriente energética que pulsa entre uno y otro. Tu relación con hombres y mujeres de tu vida hoy tiene todo que ver con tu relación con estos dos seres primordiales. La manera en que amas, la dirección en la que se dirige tu sexualidad, también. Es digno de explorar, porque de allí nacen nuestros conceptos del mundo. La relación entre masculino y femenino es clave para la reparación de vasijas internas y poder creador.

EXPRÉSATE – No hay nada más atractivo que una persona que se expresa en su totalidad, y eso no significa ser una histriónica que exagera para llamar la atención, sino alguien que siente la libertad de ser quien es, decir lo que siente, hacer lo que le nace, amar a quien quiere. “Ama y haz lo que quieras,” decía San Agustín, y aplicar la regla de oro: respetar a los demás de la misma manera que quieres que te respeten a ti.