JAIME HERNÁNDEZ/EL UNIVERSAL

Cuando el presidente Barack Obama dirija hoy su mensaje al mundo árabe, intentará presentar a su gobierno como un firme aliado del cambio que, sin embargo, ha sido tomado por sorpresa por la revuelta de primavera que ha desatado un proceso de marchas y revueltas sobre una extensa región en Oriente Medio.

Obama se enfrenta, además, a las críticas de quienes consideran que su incapacidad para impulsar un proceso de paz entre árabes e israelíes será un gran obstáculo a superar para recuperar la credibilidad entre aquellos sectores que han tomado la iniciativa sin contar con la Casa Blanca. En cualquier caso, fuentes de su administración han confirmado que durante su mensaje Obama buscará aprovechar esa “ventana de oportunidad” que se ha abierto tras la muerte de Osama bin Laden para intentar reconquistar las mentes y los corazones de aquellos que hoy protagonizan movimientos prodemocráticos en países como Túnez, Egipto, Libia, Siria o Yemen.

Tras la muerte de Bin Laden y en medio de la revuelta que ha decapitado a los regímenes autocráticos de Túnez y Egipto, la administración Obama considera que “ahí hay una gran oportunidad para hacer avanzar nuestros valores y para reforzar nuestras relaciones y nuestra seguridad” en esa parte del planeta, añadió Carney.

Según altos funcionarios de EU, Obama aprovechará el discurso para anunciar un plan de ayuda económica para los países en transición democrática que incluirá, entre otras cosas, dos mil millones de dólares para Egipto en cancelación de deuda y garantías para préstamos.

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