JOSÉ KAMINER TAUBER

“Im Eshkajej Yerushalaim Eskajej Yemini”

(Si olvidara Jerusalén olvidaría mi mano derecha)

Cuando entré a Jerusalén por primera vez fue en un autobús que tomé en Tel Aviv. Durante mi viaje, vi el paisaje que se me iba revelando a medida que avanzaba el vehículo.

En el tramo de Shar Ha Gay (puerta del valle), vi restos de transportes diseminados a los lados de la carretera mientras que caía una llovizna que golpeaba ligeramente las ventanas, creando poco a poco una melodía que surgía de mi interior, mientras que en mi mente la noción del presente se borraba, la música se volvía más envolvente, su ritmo lento se incrementaba hasta convertirse casi en una sinfonía de armas de fuego, ronroneo de motores y gritos en hebreo, en árabe y en inglés. No sé cuánto tiempo estuve aquí y allá como una formula cuántica, lo único que sentí cuando volví era un eco que se fue acallando.

La lluvia continuaba, el bosque verde era el paisaje y la carretera seguía, ya sé que dentro de poco llegaremos y la emoción invade todo mi cuerpo.

De repente, a lo lejos, veo surgir a Jerusalén, el corazón acelera su ritmo, la vista ve y siento un encuentro con mi historia, con mi rey David, con mi templo, con todos los héroes de mi pueblo que han luchado por ella y todos mis correligionarios que han dicho: BE SHANA HABA BEYERUSHALAIM (el próximo año en Jerusalén).

Al bajar del transporte mi nariz recibe el aire que embriaga como vino exquisito, me siento de maravilla mientras que la tarde agoniza en áureo y escarlata tiñendo las piedras en oro y los corazones en rojo.

Mi Jerusalén tiene su historia desde la conquista hebrea de 1272 a.c. los judíos han ocupado su tierra y han estado presentes mucho o poco y durante 3,300 años, 2 mil años antes que surgiera el Islam.

Desde la conquista hebrea de 1272 a.c. los judíos han ocupado su tierra y han estado presentes. Durante miles de años Jerusalén ha sido la capital espiritual del mundo judío. Nunca fue la capital política de ninguna otra nación ni árabe ni musulmana.

El Rey David fundó la ciudad de Jerusalén como capital de Israel. Mahoma fundador del Islam nunca estuvo en Jerusalén.

Los refugiados árabes dirigidos por Arafat comenzaron a identificarse “a sí mismos” como palestinos únicamente en 1967, 20 años después del establecimiento del moderno Estado Judío, 1948. En realidad esa población árabe era parte de la Gran Siria y Jordania que por circunstancias de la historia vivía o había habitado en tierras originales del pueblo judío.

Ahora el mundo quiere olvidar a Jerusalén, yo espero que no se olvide de su mano derecha y quede manco.