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Un grupo que promueve una iniciativa para que se prohiba la práctica de la circuncisión en Santa Mónica, California, informó hoy que canceló su campaña en esa ciudad ante las crecientes protestas de la comunidad judía. La encargada de la campaña en Santa Mónica, Jena Troutman, dijo al diario The Jewish Journal que decidió dejar de reunir unas siete mil firmas de electores empadronados de esa ciudad que necesitaba para integrar la propuesta a las boletas electorales de 2012.Una propuesta similar se llevará a elecciones en noviembre de 2012 en San Francisco, donde los activistas del grupo Iniciativa Contra la Mutilación Masculina reunieron las firmas de electores necesarias. La cultura y religión judías practican la circuncisión en sus niños a temprana edad y aseguran que eso es un beneficio para la higiene masculina.
En contraste el activista de San Diego que formó el grupo opositor a la circuncisión, Mathew Hess, opinó que el órgano sexual masculino es un punto neurálgico de miles de nervios que se daña con esa intervención quirúrgica. Según Hess, la circuncisión debería considerarse un delito federal, ya que se impone a niños por sus padres cuando los menores todavía no pueden decidir. Además afecta nervios sensoriales y la relación entre el bebé y la madre, y podría causar disfunciones eréctiles en la vida adulta, según el activista.
La propuesta a elecciones en San Francisco y que, según Hess, podría lanzarse también en San Diego considera a la circuncisión un delito que ameritaría cárcel y una multa de mil dólares. Grupos judíos en California, como la Federación Judía en Los Angeles y la Mesa Directiva de Rabinos del Sur de California, sostienen que aunque la iniciativa no menciona a la comunidad judía es una propuesta dirigida contra ese grupo, pues es el único que por cultura realiza la circuncisión.
