EUROPA PRESS

La delegación israelí en Naciones Unidas ha enviado una misiva al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y el presidente del Consejo de Seguridad para condenar las peligrosas provocaciones de Siria en la frontera común el pasado domingo.

El número dos de la delegación, Haim Waxman, subraya en la carta que Siria es responsable de las heridas sufridas por aquellos que trataron de traspasar la frontera con Israel durante una manifestación con motivo del ‘día de la Naksa’, que conmemora la Guerra de los Seis Días de 1967. De acuerdo con los medios sirios, las fuerzas israelíes mataron a 22 manifestantes.

Waxman, citado por el rotativo hebreo ‘Haaretz’, asegura que las tropas israelíes actuaron con moderación, y añade que su Gobierno advirtió en repetidas ocasiones de las consecuencias de este tipo de protestas en esa celebración.

“A pesar de estas claras advertencias, Siria no previno a los manifestantes para que no fueran a la frontera y trataran de cruzarla”, ha dicho.

Waxman asegura que, al contrario, refleja un intento flagrante de Siria por desviar la atención internacional de la represión de opositores en su territorio contra su propio pueblo. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se expresó hace dos días en los mismos términos.

El diplomático insta a la comunicación internacional a convencer a Siria de que  dichas provocaciones deben concluir por completo para evitar una escalada en la tensión entre ambos países.

Por otro lado, las fuerzas israelíes aseguran que, puesto que todas las bajas se produjeron en el lado sirio, resulta difícil confirmar el balance, si bien no confían en los datos ofrecidos por Damasco. El Ejército asegura que sus efectivos dispararon “con precisión” en el suelo, junto a los pies de los manifestantes.

Además considera que muchas de las bajas fueron consecuencia de un objeto explosivo, probablemente un cóctel molotov, lanzado por los manifestantes.