MARK STEIN/THE NATIONAL REVIEW/TRADUCCIÓN Y ADAPTACIÓN ENLACE JUDÍO

18 de junio de 2011- La semana pasada fue una excelente semana para que las lesbianas salieran del closet, pero como realmente son: hombres heterosexuales de mediana edad.

Expliquemos bien la situación: Amina Arraf es una  joven lesbiana y activista siria, quien, con su inspirador blog “Una chica gay en Damasco”, ha capturado muchos corazones alrededor del mundo.

Sin embargo, el domingo pasado, resultó ser, en realidad ,un estudiante de 40 años, de un colegio de Georgia,  llamado Tom MacMaster .

Al día siguiente, Paula Brooks, la activista lesbiana y fundadora del sitio web LezGetReal, también reveló ser Bill Graber, un empleado de construcción de 58 años, radicado  en Ohio.

Ambas eran líderes de opinión lesbianas en la blogosfera; la “Srita. Brooks” y la “Srita. Arraf” eran colegas. “Amina” comenzó a publicar en el sitio LezGet Real antes de desarrollar el blog “Una chica gay en Damasco”. Como lesbianas, llevaban una excelente  relación, de tal manera que el Washington Post reportó:

“Amina flirteaba continuamente con Brooks: ninguno de los hombres se daba cuenta que el otro estaba pretendiendo ser lesbiana.”

Quien sabe hasta donde  hubiera llegado el romance, si no fuera que  “Amina” fue “” por un escuadrón de matones del Partido Baath enviado por Bashar Al-Assad. El arresto fue, por supuesto, fruto de la fértil imaginación de Tom Mac Master.

MacMaster creó,después, a “Rania”, una prima falsa de la lesbiana falsa,quien tomaría la estafeta y animara al mundo para que apoyara la lucha de la mujer que se podría en los sótanos del gobierno de El Assad.

Poco después, surgió una página de Facebook “Free Amina!” (“Liberen a Amina”).

“La administración del Presidente Obama debe hablar al respecto”, declaró Peter Bainart, editor del New Republic, “Esta mujer es una heroína”.

Por lo tanto, el 7 de junio el Departamento del Estado anunció que estaba investigando sobre el “secuestro”.

Ahora, imagina que eres el presidente Assad. A diferencia de “Amina”o  “Rania”, eres el dictador de Siria. Has matado a más seguidores que Mubarak, Ben Ali y Gaddafi juntos, y los estadounidenses no han pronunciado ninguna palabra. Sin embargo, has arrestado a una lesbiana y el mundo clama por su libertad. Serás el primer hombre de Medio Oriente derrotado por el lesbianismo. El hazmerreír de la Liga Árabe.

Imagina la escena:  “¡Liberen a las bloggers lesbianas!” ordena Assad.

“Ehm, ¿qué bloggers lesbinas?” dice su visir. “Esto es Damasco, ¿recuerda?”.

“Ah, sí”. Y así es como pasa otra noche de insomnio preguntándose si es esto el truco más sucio de la CIA, o si fue una mala interpretación del “Syrian Idol”.

Tengámoslo bien claro: en Siria no existe tolerancia alguna hacia la homosexualidad. La sociedad siria es una sociedad mayoritariamente musulmana y conservadora, que por razones históricas ha llegado a una cierta convivencia con una minoría cristiana. Pero esa minoría es igualmente ortodoxa y conservadora.

Finalmente, Assad puede descansar: la joven lesbiana musulmana era en realidad un varón infiel y corpulento de 40 años de la Universidad de Edinburgo.  Y todos cayeron en su engaño, ¿por qué?

Porque así lo quisieron. Porque la fantasía liberal de Occidente cree que, en verdad, el mundo entero es  una sociedad multicultural donde una pareja homosexual puede vivir al lado de un hombre heterosexual con familia, y que ambos están muy contentos admirando la diversidad del otro.

En los países árabes, y en especial en los países musulmanes, NO EXISTE TAL SOCIEDAD MULTICULTURAL.

“Amina Arraf” se basa en nada más que en un fetiche, una fantasía, al igual que la fantasía de un hombre que ve pornografía y se imagina estando en la película.

Se puede aprender mucho sobre los engaños que la sociedad elige asimilar. “Amina Arraf” era una fantasía que entraba en la visión liberal del mundo.

Y esto se debe a que la visión liberal del mundo también es una fantasía.

Traducción: Sharon Gesund, con observaciones de May Samra.