ALEX GOLDBERG EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍOHace apenas una semana regrese de Shnat Ajshará; fue un año lleno de experiencias nuevas, aprendizaje, independencia y reflexión. Quiero compartir con ustedes parte de lo que viví, los dilemas y las reflexiones con los que nos enfrentamos en este año.

Ajshará en español significa preparación, pero la pregunta es: prepararnos, ¿para qué?

Antes de que existiera el Estado de Israel las ajsharot se solían hacer en el mismo país de origen, era un año de preparación para ir a Israel, por ejemplo la primera Ajshará de Hashomer Hatzair en México fue en una granja a las afueras de la ciudad llamada Las Palomas.Después de algunos años era muy claro que irse de Ajshará significaba ir un año a Israel para aprender cómo trabajar la tierra, el ganado, construir y hacer crecer asentamientos agrícolas socialistas, llamados kibutzim. El objetivo era adquirir conocimiento para después hacer aliá (inmigración a Israel) y poder trabajar y defender el Estado.

Fueron pasando los años y ahora seguimos haciendo Ajsharot pero ¿con qué sentido?

El plan del cual fui parte nos da la oportunidad a los jóvenes de salir de nuestras casas por un largo tiempo, ya sean seis meses o un año,  vivir de manera libre y tomar nuestras propias decisiones.La auto –responsabilidad que vamos adquiriendo es ahora lo que nos lleva a tomar las decisiones y no los clásicos regaños de papá y mamá.

Es un momento donde ahora nosotros somos los responsables de lo que hacemos y de cómo nos vamos desenvolviendo,  esto va de la mano con salir de nuestro círculo encontrándonos con cosas que no vemos en nuestra vida diaria por lo que tenemos que ir aprendiendo a solucionar los problemas y situaciones que vamos enfrentando. Esto sin duda nos hace jóvenes más independientes, con un nuevo criterio que guía nuestra forma de vida.

Estando de Ajshará, nos vamos encontrando e identificando en ese mosaico de identidades dentro de Israel. Al trabajar ya sea de voluntarios en algún servicio o simplemente de meseros en algún restaurante, nos vemos a nosotros mismos como parte de la sociedad israelí, entrando en lo más profundo de la cotidianeidad, siendo parte del país, no sólo como turistas, sino que ahora nuestra experiencia a través del trabajo se torna en una experiencia significativa. Entendemos la importancia que tiene Israel en nuestras vidas y ahora es una opción de vida mas cercana a nosotros.

Durante este tiempo, Israel nos deja conocer sus diferencias religiosas, sociales, étnicas, tradicionales, etc. Lo cual nos hace reflexionar sobre la forma de llevar el judaísmo en nuestras vidas, ya que estamos inmersos en cultura, historia y tradiciones judías a cada paso que damos. Es por eso que en la mayoría nos genera un sentimiento de pertenencia de que “esto sí es nuestro, esto sí somos nosotros”.

Desde pasar un shabat en una yeshiva, o ir a una manifestación con judíos seculares o humanistas, vamos encontrando qué nos acerca más a nuestro judaísmo y le damos sentido a toda esa educación que hemos recibido en casa o en nuestras escuelas.

Hacer cenas de shabat e invitar amigos, ir a alguna clase con un rabino, entablar un debate con personalidades importantes del mundo judío, compartir nuestra experiencia judía en la golá. Estos son algunos ejemplos de la muchas maneras que nosotros encontrábamos para expresar e identificar nuestro judaísmo.

Por ultimo, quiero resaltar el sentimiento de unión que experimentamos los mexicanos que salimos a un programa de ajshará en un mismo año: sin importar de qué comunidad, escuela o programa de ajshará nos encontrábamos, siempre existía un lazo que nos unía a todos, que nos hacía cómplices y compañeros: el garín.

Todo esto y muchas cosas más hacen que estas Ajsharot (preparaciones) sean en verdad eso, una preparación que nos lleva a ser mejores personas, para tener una comunidad más apegada a Israel, para ser independientes, críticos y autocríticos; para generar nuevas ideas fuera del contexto judío normativo, para acercarnos a la realidad en la que vivimos, para cuestionarnos qué es lo que queremos hacer de nuestra vida y algo importante también, dónde nos vamos a desarrollar y echar raíces en un futuro.

Hay muchas cosas que podríamos seguir agregando los miles de jóvenes que hemos estado de Ajshará, es por eso que creo que hoy sigue siendo tan importante esta preparación como hace tantos años, y que sigue teniendo vigencia y relevancia en nuestra vida como jóvenes judíos.

#IndependenciaDeMéxico