MAIBORT PETIT/ ANALITICA.COM

Los esfuerzos hechos por el gobierno de Admadinejad, en el desarrollo de una agenda diplomática y de inversiones,  ha dado excelentes frutos al país islámico, que ha logrado insertarse en el sistema económico internacional, ampliando los mercados para colocar sus productos, logrando más adeptos para su causa política, consolidando alianzas comerciales y  satisfaciendo los enormes requerimientos que la industria nuclear necesita para su desarrollo.

Las consecuencias  que traerá para las Américas, un Irán poderoso y apoyado,  pareciera no preocuparles a muchos gobiernos de Occidente, que ven en la República Islámica una amenaza solamente para Israel.

La consolidación de una sociedad entre Irán, Venezuela, Cuba, Brasil, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, México y Argentina representa un peligro latente para el hemisferio y han generado el terreno propicio para la lucha armada en la región.

El tema de la presencia de Irán en América Latina es objeto de discusión entre los miembros de los comités del Congreso norteamericano, y de preocupación, en varios círculos de los Estados Unidos que consideran que no se ha puesto en marcha una verdadera política que permita frenar los planes iraníes de posicionarse geopolíticamente en el  hemisferio y fortalecer su influencia en la región.

Desde la pasada semana, se iniciaron una serie de gestiones que buscaban una respuesta por parte del Departamento de Estado. Basados en una serie de evidencias, un grupo de representantes pidió al gobierno federal, mayor información sobre los supuestos avances que en materia diplomática hizo Venezuela, para lograr zanjar el conflicto que existe entre Argentina e Irán, por los sucesos terroristas de 1992-1994.

El objetivo de las gestiones hechas desde Caracas sería lograr un mejoramiento de relaciones entre ambos países y darle paso a  una nueva fase, que incluye grandes planes de inversión en suelo argentino, por parte de la República Islámica iraní. Las  polémicas denuncias salpicaron al mundo político en Argentina y dieron más elementos para la investigación en otros países, que empiezan a observar el vertiginoso fortalecimiento de Irán en América Latina, gracias a los esfuerzos desplegados por varios jefes de Estado adeptos a la causa islámica, entre los que destacan: Hugo Chávez (Venezuela), Fidel Castro (Cuba) y el ex presidente, Lula Da Silva (Brasil).

Últimos acontecimientos

La presidenta del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso de los Estados Unidos, Ileana Ros-Lehtinen, junto a Connie Mark y David Rivera enviaron una carta a Hilary Clinton, Secretaria de Estado, donde aseguraron que en el 2007 el presidente de Irán Mahmud Ahmadinejad le habría pedido a Hugo Chávez “interceder” con el entonces, presidente Néstor Kirchner “para cambiar la política de Argentina y  para permitirle a Irán tener acceso a tecnología argentina en materia nuclear”.

Los congresistas republicanos expresaron su preocupación sobre posibles intentos de Irán para involucrar a la Argentina en temas nucleares, utilizando a Venezuela como mediador, denuncia que pidieron, sea investigada.

Dicha solicitud, generó solamente un declaración del  Subsecretario de Estado, Arturo Valenzuela, quien rechaza las denuncias de Ros Lehtinen y  reitera “que ese despacho no cree que existan vínculos entre Irán y Argentina en materia nuclear, ni pruebas que Venezuela este sirviendo de mediador entre los dos países para tratar el controversial asunto”.

El funcionario del gobierno de Obama dice que: “No hay pruebas para apoyar el argumento de que Venezuela sirve de interlocutor entre Irán y Argentina en asuntos nucleares, o de que Argentina esté dando acceso a Irán a su tecnología nuclear”.
El gobierno norteamericano aseguró que la Argentina “siempre ha mantenido una posición constructiva en la Agencia Internacional de Energía Atómica con respecto al programa nuclear de Irán”.
No obstante, advierte que el Departamento de Estado seguirá “al tanto” de los pasos que da Irán en el continente americano “vigilando esas relaciones de cerca”.

Por su parte, Clinton ha dicho públicamente que entre sus expectativas está que los países del hemisferio cumplan con sus obligaciones  y responsabilidades internacionales, especialmente las relacionadas con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las sanciones contra Irán.

David Rivera contraataca

Cuando parecía que el asunto quedaba calmado por el cruce de misivas, el Congresista de la Florida, David Rivera volvió a pedir explicaciones sobre el tema al Departamento de Estado, “de manera directa y responsable” criticando que como respuesta “sólo se obtuvo un comentario del subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos de América Latina,  Arturo Valenzuela, quien calificó nuestra demanda de infundada y exagerada”.

Rivera señaló que “el Departamento de Estado debe llevar a cabo una verdadera investigación sobre este asunto o responsabilizarse por no hacerlo”, y puntualizó que sí Valenzuela “puede sentirse cómodo ignorando un pedido de miembros del Congreso porque pronto estará dejando su puesto, nosotros esperamos una respuesta de su sucesor, así como también de la secretaria de Estado, Hilary Clinton.

Surgen elementos que avivan el debate y despiertan suspicacia

Aunque los congresistas no lograron el objetivo de abrir una investigación, se consiguió avivar el debate sobre el tema. Fuentes ligadas al gobierno federal y -que pidieron mantenerse en el anonimato-, informaron a varios periódicos que “el Departamento de Estado habría recibido información sobre la existencia de proyectos económicos y vínculos financieros entre Irán, Venezuela y Argentina”. Se ventiló en la prensa norteamericana que existen curiosas transferencias de dinero, por montos que suman cerca de $300 millones, vinculados a proyectos agrícolas que en papel habrían sido emprendidos en Venezuela, en asociación  con los gobiernos de Irán y de Argentina y que no fueron concluidos. Esas transferencias supuestamente serían para pagar las negociaciones desde Irán hacia Argentina.

Irán y Argentina ¿amigos?

Desde los años 1980, Irán y Argentina sostuvieron un programa de colaboración nuclear que fue cancelado por el gobierno del ex presidente, argentino Carlos Menem,  a raíz de los ataques terroristas que ocurrieron  en 1992 y 199,  contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y la embajada de Israel en Buenos Aires, y en el que fueron sido involucrados agentes iraníes y miembros del grupo terrorista islámico Hezbollah.

Desde aquella fecha se abrió una investigación que se cursa en los tribunales argentinos. Actualmente, dicha investigación está a cargo del Fiscal, Alberto Nisman quien públicamente ha  acusado al actual ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, al ex presidente Alí Rafsanjaniy el ex canciller Alí Akbar Velayati y a otros cinco funcionarios, de ser los responsables de esos atentados terroristas.

Aniversario de AMIA

Esta semana se conmemoró un nuevo aniversario del atentado en la Asociación Mutual Judía Argentina  (AMIA) en 1994,  donde murieron 85 personas inocentes, por lo cual se realizaron eventos en Argentina y en sus misiones diplomáticas. El gobierno de la presidenta, Cristina Fernández, aprovechó la oportunidad para condenar todas las acciones terroristas de esa naturaleza y reiterar su compromiso con la comunidad judía de ese país.

La justicia argentina, por su parte, pidió a Irán mayor cooperación entregando a los acusados para ser procesados.

En respuesta el gobierno de Irán dijo estar dispuesto a iniciar “un diálogo constructivo y a cooperar con el gobierno argentino para que se haga toda la luz en el marco de la ley y del respeto mutuo para ayudar a evitar que la investigación judicial continúe por un camino errado”, según indica un comunicado del gobierno iraní.

La propuesta de dicha colaboración fue aplaudida por el canciller Héctor Timerman que calificó de “positivo el ofrecimiento de Irán” afirmando que, de concretarse, “sería, sin duda,  un avance inédito y muy positivo porque la ley y la justicia son el único camino para combatir el terrorismo”.

¿Argentina e Irán en franca cercanía desde el 2010?

Como ya se ha dicho, tras los sucesos terroristas ocurridos en Buenos Aires en 1992 y 1994, Argentina se alejó de Irán política y diplomáticamente. No obstante, se conocen algunos acontecimientos que permiten observar que desde el 2010 se abrió la ventana para el restablecimiento de las relaciones entre los dos países.

En la reunión de Mercosur, celebrada en agosto de 2010, la presidenta, Cristina Fernández conjuntamente con el entonces presidente de Brasil, Luiz Ignacio Lula Da Silva, dio los primeros indicios de querer suavizar la posición argentina con Irán.
Para la época, Fernández aplaudió los esfuerzos para resolver la disputa, y se mostró confiada en las declaraciones de Teherán para promover el diálogo entre las dos naciones.

En los meses sucesivos, las diplomacias implicadas acometieron unas primeras tareas, entre las cuales se encontró la designación del Ministro de Relaciones exteriores, Héctor Timerman para adelantar las conversaciones con el régimen iraní, según asegura un artículo publicado por Shlomo Papirblat en Buenos Aires.

Asimismo, se hizo público un reporte   firmado por Pepe Eliaschev, un periodista investigador, que afirma que “el gobierno de Fernández se alistó  para congelar las investigaciones sobre los sucesos terroristas atribuidos a Irán en 1992 y 1994, y como prestación se renovarían y mejorarían relaciones e intercambio comercial entre los dos países, poniendo en marcha un plan de inversiones $1.2 millones”.

La oferta fue hecha por medio del presidente sirio Bashar Asad y el canciller Walid Moallem. Los tres funcionarios se reunieron en Siria en enero 23 de 2011, bajo el auspicio del presidente Mahmoud Ahmadinejad.

Dicha reunión fue confirmada por un oficio del despacho del canciller iraní firmado por  Ali Akbar Salehí, enviado a Teherán, “luego de las conversaciones que sostuvieron con su homólogo argentino, Timermann, en encuentro en Siria, el 23 y el 24 de enero de 2011”.

Por otro lado, en un reporte firmado por Ramy Wurgaft, publicado en el Diario El Mundo de España, el 26 de marzo de 2011,  se asegura que “Motivado a que la investigación sobre los atentados contra la embajada de Israel y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) no conduce a ninguna parte, el gobierno de Fernández tiene previsto replantearse las relaciones con Irán”.

Wurgaft va más allá, y asegura que existe un documento que circula en varias sedes diplomáticas argentinas, según el cual, “La Casa Rosada estaría dispuesta a suspender de facto las pesquisas en torno a ciertas figuras del régimen iraní, que estuvieron implicadas en los atentados terroristas y reitera la tesis según la cual, el “olvido de la investigación judicial” supondría para Argentina un importante caudal de inversiones, sustentadas en la boyante industria petrolífera de Irán”.

El objetivo de la negociación acordada en el encuentro, sería que Argentina renuncie a llevar ante la Justicia a Ahmad Vahidi, supuestamente uno de los principales organizadores de los atentados. Este punto en particular, aparece en un informe del canciller Salehí donde este asegura que ya había acordado no procesar a los autores intelectuales del atentado y que la investigación se usaría como “fachada para mantener las apariencias frente a la comunidad judía”. Por otro lado, se han hecho algunas declaraciones en Buenos Aires que denuncian el acercamiento entre Irán y el gobierno de Fernández.

El juez federal argentino, Daniel Rafecas en una entrevista dijo que estaba “convencido de que desde la embajada de Irán en Argentina se financia con mucho dinero a muchas agrupaciones y  acusó al gobierno y el dirigente social kirchnerista Luis D’Elía de estar al tanto de ellos y de apoyarlas”. Refecas dijo que se han se han  identificado a por lo menos una docena de personas  que reciben dinero  para “insultar al Estado de Israel y solidarizarse con Palestina”, sin que ni siquiera sepan dónde queda Israel o Palestina”.

El juez dio más detalles al respecto, señalando que el mencionado dirigente, sostuvo un encuentro personal con presidente, Mahmoud Ahmadinejad en Irán según denunció en su despacho, una de las sobrevivientes de la Plaza de Mayo, Sara Rus.

Las polémicas declaraciones de Rafecas las realizó en la Sociedad Hebraica Argentina y fueron publicadas por la Agencia Judía de Noticias a inicios del 2011, según informa el portal Iton Gadol.

La prensa de Buenos Aires ha publicado también algunas fotos donde aparece el dirigente Luis D’Elias con el embajador iraní, Alí Pakdaman en actos gubernamentales. Las reseñas también involucran a otros funcionarios del gobierno de Fernández como Carlos Tomada y Gabriel Mariotto.

Dos caras del gobierno de Fernández

Paralela a las denuncias de acercamiento entre los dos gobiernos, Cristina Fernández ha mantenido una agenda de encuentros regulares con Israel y con organizaciones judías en el país. El mismo Timerman ha sostenido encuentros con dirigentes judíos donde promete luchar por la búsqueda  de justicia en la causa AMIA, haciendo llamados a la población para que mantenga viva la presión sobre la justicia.

Fernández, Chávez, Estados Unidos e Irán

Desde la llegada al poder del presidente venezolano, Hugo Chávez se produjo una hermandad con el gobierno de Argentina, primero bajo el mando de Néstor Kirchner y luego con Cristina Fernández.

Además de los diversos convenios se han firmado entre las dos naciones,  los Kirchner han dado muestras de admiración por Chávez y por su proyecto político socialista, a la vez que lo han apoyado en los foros internacionales y le han servido de soportes en varias iniciativas.

La cercanía es tal que, Hugo Chávez ha sido protagonistas desde el suelo argentino de varios eventos de carácter político antiestadounidense. Estos eventos sin embargo no han contado con la presencia de Fernández directamente, quien paralela a la amistad y extremada cercanía que tiene con el régimen de Caracas, desde el 2007, ha lanzado duras acusaciones al gobierno de Estados Unidos, a pesar de haber manifestado simpatías por el presidente Obama a su llegada.

Argentina fue siempre  un aliado permanente de los Estados Unidos y ha colaborado con las propuestas norteamericanas en varios foros internacionales. No obstante a la históricas buenas relaciones, ha habido eventos que han puesto tensas la diplomacia entre Argentina y EEUU, la última ocurrió el 10 de febrero de 2011, cuando un avión de la fuerza aérea de los Estados Unidos aterrizó en Ezeiza cargado de armas y elementos militares que iban a ser usados por personal de ese país en ejercicios con policías federales, como parte de un acuerdo firmado entre los dos gobiernos.

Sin embargo, al ser inspeccionada la carga por la Aduana se detectaron presuntas incongruencias entre el material que había informado la embajada de Estados Unidos y lo que realmente llegaba. Entonces, empezó un operativo liderado por el propio canciller Héctor Timerman, en el que se abrió a la fuerza el cargamento. La Aduana se incautó de equipos de transmisión, medicamentos y partes de armas. Obama consideró dicho evento como un “incidente serio”,  aunque no fue un aspecto decisivo que género un conflicto diplomático de envergadura.

No obstante, Fernández marcó distancia con EEUU cuando Obama no incluyó a Argentina en su gira por Latinoamérica. La jefa de Estado argentino acusó al gobierno norteamericano de incumplir  con las expectativas…”Hay una sensación de oportunidad perdida, aunque nadie esperaba un príncipe en un corcel blanco”.

La mano que mece la cuna

Motivado a la cercanía de Hugo Chávez con Cristina Fernández, los expertos creen que dentro del marco de asesorías y de colaboración que existe entre Argentina y Venezuela podría haberse incluido un plan de acercamiento  con uno de los principales socios del presidente venezolano, Mahmoud Admadinejad.

Chávez ha servido de lazo conductor entre el presidente iraní y otros jefes de Estado en la región, como Evo Morales, Daniel Ortega y Rafael Correa entre otros.

Los logros que a través de la diplomacia  ha logrado Chávez a favor de Admadinejad son evidentes, y pueden medirse en la serie de acuerdos y memorándums que se han firmado entre los socios latinoamericanos del presidente venezolano e Irán.

El enorme flujo de recursos económicos con que cuenta Irán hace que las propuestas de inversión sean extremadamente atractivas para los países pobres del hemisferio, que buscan dinero para contrarrestar sus abultados déficits fiscales.

Asimismo, el flagelo de la corrupción que se encuentra presente en todas las elites políticas dirigentes, hace factible que se vea con simpatía los recursos provenientes de un país, cuyas causas y enemigos han sido ajenos históricamente a la idiosincrasia latinoamericana, sin embargo, los cambios que se han generado desde el punto de vista ideológico y político en América Latina incluyen nuevas caras, nuevos socios y el desarrollo de un proyecto político socialista que ha logrado conquistar a las masas depauperadas que lucen decepcionadas del modelo democrático y capitalista.

Irán compra apoyos  y seduce gobiernos

Irán decidió conquistar América, tal como lo hizo con algunos países europeos que le dieron la bienvenida a sus inversiones, sin que a muchos gobiernos les  importase los riesgos que trae consigo ser socio de un país que soporta y exporta el terrorismo.

La ruta de las inversiones que ha hecho Irán en la última década seguramente no es un dolor de cabeza exclusivo de Israel.  El dinero fresco iraní ha hecho claudicar a más de un presidente, y ha generado una agenda de diplomacias paralelas y secretas que tienen en jaque a más de un país en Europa.

Muchos gobiernos aceptan  sociedades secretas con Irán, y tímidamente tratan de pasar desapercibidos  para quedar bien con Dios y con el Diablo. Por un lado se enriquecen y consiguen financiamiento para proyectos y por otro, tratan de quedar bien en los foros internacionales o en los conflictos geopolíticos que existen entre Irán e Israel, y obviamente con los Estados Unidos.

Aun se sigue esperando los resultados de las investigaciones. Los republicanos en los Estados Unidos aseguran que no dejaran este asunto en los archivos y que insistirán en que se le punga la lupa a la presencia de Irán en el continente.

Roger Noriega es una de las voces que asegura no callará, y ha anunciado que seguirá sus averiguaciones en torno a las actividades que encabeza Irán y los grupos terroristas en Latinoamérica y en las fronteras de los EEUU.

Mientras Irán avanza y sus negocios crecen, muchos gobiernos de la región persiguen las inversiones, abren sus puertas a las causas islámicas y permiten que los pueblos se involucren en una lucha que anteriormente era lejana.

La agenda sobre el polémico asunto sigue abierta en el Comité de Asuntos Exteriores del Congreso, vamos a ver quién tiene la próxima palabra.