MAX BERY

A raíz del desaforo de Hosni Mubarak mucho se ha hablado últimamente de la reaparición legal de los Hermanos musulmanes. ¿Qué  papel representarán hoy día  en la “nueva Egipto”?

Los Hermanos Musulmanes aparecen en Egipto en 1928, en un momento importante para el mundo musulmán moderno. Ataturk acababa de proclamar la república sobre las ruinas del imperio otomano en 1923, una república laica inspirada por los modelos occidentales. En este contexto el nacimiento de los Hermanos Musulmanes es, en principio, una tentativa para dar sentido a una organización política y social fundada esencialmente sobre la referencia religiosa, el Corán y la Sunna, es decir, la ejemplaridad del Profeta, en oposición al modelo político occidental.

Este movimiento nace a raíz de un largo debate que perdurará a lo largo del siglo XIX. Opone a los partisanos de la modernización, estos intelectuales que viajan a Europa, que aprenden idiomas extranjeros y que quieren relativizar el papel de la religión en la vida pública, a los que llaman los reformistas. Estos últimos estiman que es en los textos religiosos mismos que se encuentran las fuerzas necesarias para revivificar la sociedad musulmana contemporánea. Entre ellos citamos al persa Jamal Eddin Al-Afgani, el egipcio Mohamed  y el sirio-libanés  Rachid Rida. El primero deseaba una política reformista bastante abierta a la sociedad occidental y a los cambios que allá se producían. El segundo ocupó una posición eminente entre los doctores de la ley musulmana del Cairo. En cuanto a Rachid Rida  él llevaba una visión más cerrada  del porvenir de las sociedades musulmanas y se refería a las normas forzadas del texto sagrado.

El movimiento de los Hermanos musulmanes no es retrogrado. Se inscribe en una modernidad alternativa a la europea. Se dirige al mundo de los efendis, la nueva clase urbana, educada y alfabetizada y no a las capas  sociales tradicionales. Pero quiere romper con el Occidente y con las elites occidentalizadas que rodean el jedive, el vice rey de Egipto.

Frente al Wafd (delegación de notables) los Hermanos musulmanes tienen una visión de la sociedad y del porvenir que se apoya sobre los textos sagrados del Islam y que se refiere en conceptos como el jihad, palabra que puede significar el esfuerzo para volverse mejor musulmán, pero también el combate callejero y la violencia. En el Egipto del fin de los años 30 los distintos partidos políticos  compiten para sobresalir en las manifestaciones callejeras y cada uno dispone  de grupos paramilitares. Una “sección secreta” encargada del servicio de orden y que puede ejecutar distintas acciones violentas, ha sido creada en el seno delos Hermanos musulmanes.

El objetivo delos Hermanos, quien es probablemente el partido más importante en término de simpatizantes, es la  formación, una vez que los ingleses abandonen el país, de un gobierno apoyándose sobre la charia para reformar la sociedad. Congreso tras congreso la sociedad se estructura, dotándose  de casas editoriales, de organizaciones deportivas, rápidamente  transformadas en secciones paramilitares, y de una jerarquía dirigida por Hassan El Banna, el guía supremo, asistido por un consejo de dirección de doce miembros y de una asamblea constitutiva de un centenar de personas. Las tropas mismas están organizadas en una red de federaciones, con unidades básicas, en cada cuadra.

Este  sistema de células, de organización de la juventud, equipara a los Hermanos Musulmanes a los partidos autoritarios de esta época: partido comunista o fascista. El poder carismático del guía también tiene un papel importante. Hassan El Banna se impone  como una personalidad cercana al pueblo y dotado de una imagen de “Señor limpio”, lejos de las elites corrompidas y occidentalizadas. Por otra parte el  martirio no le asusta.” La muerte  es un arte, dice El Corán. Ordena amar a la muerte más que a la vida. La victoria únicamente viene si uno domina el arte de la muerte.

En 1949 cuando Egipto bascula en la Segunda Guerra Mundial, algunos opositores a la presencia inglesa han tomado contacto con los alemanes, entre ellos oficiales como Anuar El Sadate, el futuro Raïs, muy devoto, que está entonces en buenos términos con los Hermanos. Al terminar  la guerra Egipto esta muy sacudida por el plan de partición  de Palestina entre Judíos y Árabes, anunciado en noviembre de 1947, y por la creación del Estado de Israel,  lo  que suscita   motines  contra   los Judíos y contra las poblaciones extranjera instaladas en Palestina.

Se  inicia entonces una escalada de la violencia entre el poder establecido y los Hermanos musulmanes. En 1948 los Hermanos son objetos de una importante represión y acusados de haber mandado matar al jefe de la policía. El 28 de diciembre el jefe del Gobierno Fahmi Nukrachi  es asesinado por un joven Hermano y el 12 de febrero es el turno de Hassan El Banna de ser eliminado, probablemente por los servicios secretos egipcios.

Este  gran tumulto en la sociedad egipcia se termina con  el golpe de estado del 23 de julio de 1952 y la revolución del Movimiento de los Oficiales Libres llevados por Naser, Neguib  y sus camaradas. Los Hermanos  acogen este nuevo poder como él de los” Hijos de Egipto”. En alguna forma su base social se parece  a la  suya propia: Gamal Abdel Naser es el primer egipcio de origen en gobernar al país, en ruptura con las elites de extracción extranjera. Esta luna de miel entre el nuevo poder egipcio y los Hermanos no dura y en poco tiempo se presentan como los principales opositores  de los Oficiales libres.

En enero de 1954 el movimiento de los Hermanos musulmanes, que se había salvado  de la disolución general de todos los partidos políticos en 1953, porque sus  estatutos eran los de una asociación, está disuelto. Sus bienes son secuestrados. El nuevo guía de los Hermanos Hassan, el Hudaybi está encerrado. El conflicto entre Nasser y los Hermanos sigue creciendo. El 26 de octubre de 1954 le disparan a Nasser mientras pronunciaba un discurso en Alejandría. Su agresor está detenido. Se descubre que era parte del  grupo secreto de la asociación de los Hermanos, aunque  se estima que se trata de una maquinación policiaca. Como sea, para los partidarios de Nasser es la evidencia de una tentativa de asesinato, y el movimiento que brevemente había sido  restablecido en sus derechos, está nuevamente prohibido, a fines de octubre de 1954. La mayoría de sus dirigentes son arrestados, condenados a la cárcel, al  cadalso o en fuga.

Al principio de 1955 parece ser que el grupo ha sido totalmente eliminado por el régimen nacionalista egipcio. Pero es solamente una apariencia .En la prisión y en los campos de relegación el principal ideólogo de los Hermanos Sayed Qotb redacta obras denunciando los regímenes  nacidos de la independencia. El poder no se le perdona: le cuelguen en 1966 y se vuelve un mártir de la era independentista como   le fue Hasan El Banna   durante la colonización

Se podría pensar que después de la represión naserista los Hermanos musulmanes estarían definitivamente fuera del juego. No es el caso sin embargo: después de unos quince años de eclipse regresaron más presentes que nunca en el debate político, por medio del jihad armado por un lado y la participación política por el otro. Aun si la “ primavera  árabe”  no coincide mucho  con  la ideología  de los Hermanos ,esos constituyen una fuerza bien organizada y determinados  a  jugar un papel  importante en el nuevo sistema político. Están divididos internamente entre aparatchiks y demócratas, radicales y pietistas y queda por ver si podrán mantener su cohesión ideológica y organizacional frente a la atracción ejercida por los liberales por un lado y los salafistas quienes representan una fuerza subiente del islam rigorista por  el otro.