AGENCIA JUDIA DE NOTICIAS

“Plantar un olivo es un gesto simbólico que representa nuestra lucha por la paz así también como la promesa de que el pueblo judío nunca más pasará por los horrores que sufrió”, expresó Borut Pahor, primer ministro de Eslovenia. Éste se unió a docenas de otros líderes internacionales que plantaron árboles en el Bosque de las Naciones, que está localizado en Jerusalem debajo del Yad Vashem, el sitio de memoria de aquellos que fallecieron en el Holocausto.

Efi Stenzler, jefe mundial del KKL-JNF, Evan Sovitz, embajador esloveno de Israel, y Shmuel Merom, embajador israelí de Eslovenia, participaron de la ceremonia de plantación.

“Estoy extremadamente impresionado cada vez que visito este hermoso país. Visitar el Yad Vashem eleva la pregunta penetrante de cómo la gente puede infligir dichos horrores en otros. El Estado de Israel está luchando por su derecho de existir, y Eslovenia está extendiendo una mano de ayuda en un deseo por construir un mundo mejor juntos. Esta es nuestra responsabilidad así también como nuestra obligación”, agregó el primer ministro durante la ceremonia.

Efi Stenzler remarcó que en la tradición judía plantar un árbol es signo de verdadera amistad. “El Bosque de las Naciones es diferente a otros boques de Israel. Este es el lugar donde los jefes de estado expresan su identificación con el pueblo judío y sus pensamientos de amistad con el Estado de Israel”, dijo.

Stenzler explicó a los participantes sobre las extensas actividades del KKL-JNF en todo el país como la forestación, la creación de nuevas fuentes de agua, el desarrollo de infraestructura para comunidades y agricultura, y la batalla contra la desertificación. También llamó a la cooperación en promover las iniciativas de medio ambiente, y destacó que el KKL-JNF participaría a gusto en cualquier esfuerzo por promover el medio ambiente y la amistad entre ambos países.

En el cierre de la ceremonia, que estuvo encabezada por Andy Michelson, maestro de ceremonias del KKL-JNF, los dos embajadores leyeron el Rezo de los Plantadores. El primer ministro de Eslovenia plantó un árbol de olivo con sus propias manos y lo regó.

Cuando se completó la plantación, Pahor le pidió a Stenzler: “Cuide muy bien de mi árbol y asegúrese de que sobreviva”. El jefe mundial del KKL-JNF prometió hacerlo y lo invitó a volver y visitar el árbol para ver cómo crecen sus raíces y ramas.