REFORMA

20 de agosto 2011- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó ayer que miles de extranjeros que se encuentran atrapados en Trípoli por el avance de los rebeldes libios hacia la capital del país serán rescatados en un masivo operativo internacional que se llevará a cabo durante los próximos días.

El avance de los rebeldes libios desde la pasada semana hacia Trípoli, bastión del régimen del coronel Muammar Gaddafi, ha dejado atrapados en esa ciudad a varios miles de foráneos, muchos de ellos egipcios.

Aunque durante los seis meses de conflicto entre las fuerzas de Gaddafi y los rebeldes han huido de Libia más de 600 mil extranjeros, de un total de entre 1.5 y 2.5 millones -en su mayoría trabajadores temporales asiáticos y africanos-, muchos habían permanecido en Trípoli debido a que la capital libia se mantenía alejada de los combates y desde ella se podía abandonar el país en apenas dos horas, a través de una carretera segura que llegaba hasta la frontera con Túnez.

Sin embargo, el libre tránsito por esa autopista, clave para las tropas de Gaddafi porque por ella transitaban la mayoría de los suministros que llegaban a Trípoli, se vio interrumpido el pasado sábado, cuando los rebeldes reivindicaron la toma de la ciudad costera de Zawiyah.

No obstante, los propios sublevados libios confirmaron ayer que seguían produciéndose combates en el centro de Zawiyah, donde, según su versión, consiguieron recuperar el hospital de la ciudad, último gran edificio ocupado por las fuerzas del régimen, y también su refinería, la única del oeste libio y una de las últimas fuentes de combustible del Gobierno de Gaddafi.

“Zawiyah ha sido liberada”, declararon los insurgentes que tomaron el hospital de la ciudad, un inmenso edificio decorado con retratos del coronel Gaddafi y banderas verdes, el color del régimen.

Situada a sólo 40 kilómetros al oeste de la capital del país, la toma de Zawiyah no sólo ha permitido a los rebeldes aislar y dejar sin suministros a Trípoli, sino también obtener una posición de ventaja en el frente occidental.

El avance de los rebeldes hacia la capital también parece producirse por el este. Los sublevados anunciaron ayer que, gracias a una ofensiva relámpago perpetrada de madrugada, habían conseguido tomar el centro de Zlitan, situada a 150 kilómetros de Trípoli.

Con la mira puesta en la capital libia, y ante el estancamiento de los combates en Brega, última gran ciudad controlada por el régimen en el este, desde el miércoles los rebeldes abrieron tres nuevos frentes de batalla: uno en Ajaylat (oeste); otro en Al Hicha (este), a media distancia entre Misrata y Sirte, ciudad natal de Gaddafi; y otro en Morzuk, en el suroeste sahariano.

Paralelamente, la OTAN continúo bombardeando en Trípoli varios objetivos, entre ellos una residencia del jefe de los servicios secretos del régimen, Abdala Senusi, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad cometidos al inicio de la revuelta, a mediados de febrero.

Otro ataque de la OTAN, éste en Zawiyah, habría causado la muerte de Hasan Ali, estudiante de 25 años y hermano del portavoz principal del régimen libio, Moussa Ibrahim, informó un funcionario del Gobierno.

En tanto, una nueva deserción pegó al Gobierno de Gaddafi: la de Abdeslam Jalud, antiguo número dos de Gaddafi. Aunque condenado al ostracismo por el régimen desde mediados de los 90, Jalud logró huir de Trípoli hacia la región rebelde de Jebel Nefusa, informaron los insurgentes.