EL UNIVERSAL.COM.MX (FRAGMENTO)

En el difícil contexto de negociaciones y presiones de último minuto, una larga lista de jefes de gobierno y de Estado se preparaban ayer para participar mañana miércoles como oradores desde el podio de la Asamblea General.

La primera de la lista, será la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuyo gobierno ha reconocido desde diciembre la legitimidad de Palestina como Estado soberano y con las fronteras de 1967. La mandataria se convertirá así en la primera mujer en la historia en inaugurar la Asamblea General de la ONU.

Al respecto, Rousseff declaró ayer que quería compartir con todas las mujeres el “honor” de ser la primera mujer con ese papel en la ONU.

“Fui la primera mujer en ser elegida presidenta de Brasil, 121 años después de la proclamación de la República y 78 años después de que las mujeres tuvieran derecho al voto. Las mujeres brasileñas son un 52% de los votantes, pero solo representan el 10% de los parlamentarios”, lamentó.

Rousseff asistió ayer a un foro de alto nivel sobre la participación de las mujeres en la política. En ese encuentro, convocado por la directora de ONU- Mujeres, Michelle Bachelette; Hillary Clinton, secretaria de Estado de EU, dijo que “nadie puede pretender un futuro democrático, si la mitad de la población queda marginada”.

En este contexto, líderes del mundo firmaron una declaración con la ONU donde exigen mayor participación de las mujeres en política, una característica que consideraron esencial para un desarrollo sustentable y un modelo duradero de paz.

Según la ONU, las mujeres constituyen menos de 10% de los líderes mundiales, y sólo uno de cada cinco legisladores es mujer. Asimismo, sólo 28 naciones han alcanzado o superado el mínimo de 30% de representación femenina en sus parlamentos. El documento refirió que las féminas se encuentran en la primera línea de guerra, sufriendo violaciones y desplazamientos.