EL MUNDO.ES

Las fuerzas de seguridad israelíes temen una represalia del nucleo duro de los colonos tras la confirmación hoy de que la muerte el viernes del israelí Asher Palmer (25) y su hijo Yeonathan (un bebe de un año) fue causada por el lanzamiento palestino de piedras cerca de Hebrón y no por un accidente de coche como la Policia había anunciado inicialmente.

Esta tarde se ha realizado en el cementerio de la colonia judía de Kiriat Arba el funeral de Palmer y su hijo en medio de una gran tensión y rabia del liderazgo de los asentamientos judíos en Cisjordania. “Si el Ejército no hace nada para evitar el lanzamiento de piedras del enemigo, nosotros nos ocuparemos. ¡Exigimos venganza!”, han gritado algunos asistentes.

La muerte del músico israelí y su hijo se produjo en la tensa jornada del viernes en la que Israel habia decretado la máxima alerta por temor a enfrentamientos con motivo de la petición palestina de un estado de pleno derecho en la ONU.

“Nosotros no teníamos duda alguna que se trató de un ataque terrorista. La pistola de Asher fue robada y había piedras en el coche. La policia mintió el viernes afirmando que era un accidente para calmar el terreno ante el discurso de Abu Mazen en la ONU. Y mintió a costa de una familia”, denuncia Aharon, el cuñado de Palmer. Según las investigaciones, la Policia se inclina hoy por el atentado como causa, entre otras cosas porque las pruebas indican que el craneo del conductor tenía fracturas debidos al impacto de un objeto contundente.

El dirigente del Consejo de los Asentamientos en Cisjordania, Danny Dayan, acusa al Ejército y Policia israelíes de “mentir de forma vergonzosa a la familia al ocultar que se trataba de un atentado terrorista”.

El temor es que los colonos más radicales se tomen ahora la justicia por sus manos atacando a palestinos en momentos de máxima tensión ante la enorme fractura entre las partes tras las acusaciones mutuas en la Asamblea de la ONU.