TRADUCCIÓN: MARIO NUDELSTEJER

Damas y caballeros, Israel ha extendido su mano en paz desde el momento de ser establecido hace 63 años.

En nombre de Israel y del pueblo judío, extiendo esa mano nuevamente el día de hoy. La extiendo al pueblo de Egipto y Jordania, con renovada amistad hacia vecinos con quienes hemos hecho la paz. La extiendo hacia el pueblo de Turquía, con respeto y buenos deseos. La extiendo a los pueblos de Libia y Tunes, con admiración para quellos que tratan de construir un futuro democrático. La extiendo a otros pueblos del Norte de África y la Península Arábiga, con quienes queremos forjar un nuevo empiezo. La extiendo al pueblo de Siria, Líbano e Irán, con reverencia al coraje de aquellos que combaten la brutal represión.

Pero más especialmente, extiendo mi mano al pueblo palestino, con quienes buscamos una paz justa y duradera.

Damas y caballeros, en Israel la esperanza de paz nunca decae. Nuestros científicos, doctores, e innovadores aplican su genio a mejorar el mundo de mañana. Nuestros artistas, nuestros escritores, enriquecen la herencia de la humanidad. Ahora, sé que esa no es exactamente la imagen de Israel que ha sido descrita muy seguido en esta sala Después de todo, fue aquí en 1975 el que por años fue anhelo de mi pueblo para restaurar nuestra vida nacional en nuestra bíblica patria –que fue penosamente catalogado como racismo. Y fue aquí donde en 1980, justo aquí, donde el histórico acuerdo de paz de Israel con Egipto donde no fue aplaudido; ¡fue denunciado! Y es aquí, año con año que Israel es injustamente señalado para condenarle. Es señalado para condenarle más frecuentemente que todas las naciones del mundo combinadas. Veintiuna de 27 resoluciones de la Asamblea General condenaron a Israel –la única verdadera democracia en el Oriente Medio.

Bueno, esta es una parte desafortunada de la institución de la ONU. Es el teatro de lo absurdo. No solo que aquí se fragua a Israel como villano; muy frecuentemente fragua a reales villanos en papeles de liderazgo: la Libia de Gadhafi presidió la Comisión de la ONU en Derechos Humanos; el Irak de Saddam encabezó el Comité de la ONU para el Desarme. Podrán ustedes decir: Eso es el pasado., Bueno, aquí está lo que pasa ahora –justo ahora, hoy, Hezbolláh controla Líbano que preside sobre el Consejo de Seguridad. Esto significa, en efecto, que una organización terrorista preside el cuerpo destinado a garantizar la seguridad mundial.

No podían ustedes hacerlo mejor.

Así que aquí, en la ONU, las mayorías automáticas pueden decidir cualquier cosa. Podrían decidir que el sol se levanta en el Oeste. Pero también pueden decidir –ya han decidido- que el Muro Occidental en Jerusalén, el más sagrado sitio judío, es territorio palestino ocupado.

Y más aún aquí, en la Asamblea General, la verdad algunas veces se ha abierto paso. En 1984 cusndo fui designado Embajador ante las Naciones Unidas, visité al gran Rabino de Lubavich. Él me dijo –y damas y caballeros, no quiero que ninguno de ustedes se ofenda por mi experiencia personal sirviendo aquí. Sé que hay muchos hombres y mujeres honorables, mucha gente capaz y decente-. Pero aquí tienen lo que el Rabino me dijo. Él afirmó, estarás sirviendo el la casa de muchas mentiras. Y luego dijo, recuerda que aun en el más oscuro lugar, la luz de una sola vela puede ser de largo y amplio alcance.

Hoy espero que la luz de la verdad brille, aunque sea solo por unos minutos, en una sala que por muy largo tiempo ha sido sitio de oscuridad para mi país. Así que como Primer Ministro de Israel, no he venido aquí a llevarme aplausos. Vine a hablar de la verdad. La verdad es –la verdad es que Israel quiere la paz. La verdad es que yo quiero la paz. La verdad es que el Oriente Medio en todo tiempo,, pero especialmente durante en estos días turbulentos, la paz debe ser anclada con seguridad. La verdad es que no podemos conseguir la paz a través de las resoluciones de la ONU, sino a través de negociaciones directas entre las partes. La verdad es que hasta ahora los palestinos se han rehusado a negociar. La verdad es que Israel quiere paz con un Estado palestino, pero los palestinos quieren un Estado sin paz. Y la verdad es que ustedes estarán dejando que eso suceda.

Damas y caballeros, cuando vine por primera vez hace 27 años, el mundo se dividía entre el Este y el Oeste. Desde entonces la Guerra Fría concluyó, grandes civilizaciones han surgido de la miseria de siglos, cientos de millones han sido sacados de la pobreza, infinidad más están prestos a seguirles, y lo destacado es que hasta ahora este cambio monumental ha ocurrido  de manera pacífica. Sin embargo la malignidad está ahora creciendo entre el Este y el Oeste que amenaza la paz de todos. Busca no liberar, sino esclavizar, no construir sino destruir.Esa malignidad es Islamismo militante. Se emboza bajo el manto de una gran fe, y sin embargo mata judíos, cristianos y musulmanes sin distinción con imparcialidad imperdonable.  En septiembre 11 asesinaron miles de estadounidenses, y dejaron la dos torres en sofocantes ruinas. Anoche dejé una guirnalda en el memorial del 9/11. Fue profundamente conmovedor. Pero conforme iba allí, una idea hacía eco en mi memoria: las iracundas palabras del Presidente de Irán ayer en este podio. Él aludía a que el 9/11 fue una conspiración americana. Algunos de ustedes abandonaron esta sala. Todos ustedes debieron hacerlo.

Desde el 9/11, los militantes islamistas sacrificaron infinidad de otros inocentes –en Londres y Madrid, en Bagdad y en Mumbai, en Tel Aviv y Jerusalén, en todas partes de Israel. Creo que el peligro más grande que enfrenta nuestro mundo es que este fanatismo se arme con armas nucleares. Y esto es precisamente lo que Irán está tratando de hacer.

¿Pueden imaginarse al hombre que desvarió aquí ayer –pueden imaginárselo armado con armas nucleares? La comunidad internacional debe detener a Irán antes de que sea demasiado tarde. Si Irán no es parado, confrontaremos el espectro del terrorismo atómico, y la Primavera Árabe podría muy pronto convertirse en el invierno iraní.

Eso será una tragedia. Millones de árabes han tomado las calles para reemplazar la tiranía con libertad, y nadie se beneficiaría más que Israel si aquellos comprometidos con la libertad y la paz prevalecerán.

Esta es mi más ferviente esperanza. Pero como Primer Ministro de Israel, no puedo arriesgar el futuro del Estado Judío en pensamientos ilusorios. Los líderes debemos ver la realidad como es, no como debiera ser. Debemos hacer lo mejor para diseñar el futuro, pero no podemos solo desear que desaparezcan los peligros del presente.

Y el mundo en derredor de Israel se está convirtiendo definitivamente en más peligroso. El islamismo militante ya ha tomado control del Líbano y de Gaza. Está decidido a destruir los acuerdos de paz entre Israel y Egipto y entre Israel y Jordania. Ha envenenado muchas mentes árabes contra los judíos, contra los Estados Unidos y contra Occidente. Se opone no a las políticas de Israel sino a la misma existencia de Israel.

Ahora bien, algunos argumentan que la expansión del islamismo militante, especialmente en estos turbulentos días –si quieren desacelerarlo, arguyen, Israel tiene que apurarse a hacer concesiones, hacer compromisos territoriales. Y esta teoría suena simple. Básicamente va así: Abandonar el territorio, y se avanzará hacia la paz. Los moderados se verán reforzados, los radicales serán mantenidos en la bahía. Y no se preocupen por los molestos detalles de cómo Israel se defenderá efectivamente; las tropas internacionales harán el trabajo.Estas personas me dicen constantemente: Solamente hagan una oferta irrechazable, y todo funcionará. Y saben, solo hay un problema con esa teoría. La hemos tratado y no ha dado resultado. En el 2000 Israel hizo una irrechazable oferta de paz que virtualmente cumplía con todas las demandas palestinas. Arafat la rechazó. Entonces los palestinos lanzaron un ataque terrorista que cobró las vidas de un millar de israelíes.Después el Primer Ministro Olmert hizo una oferta aún menos rechazable, en el 2008 el Presidente Abbas ni siquiera la respondió.

Mas Israel ha hecho mucho más que ofertas irrenunciables. Efectivamente hemos abandonado territorio. Nos retiramos del Sur del Líbano en el 2000 y de cada pulgada cuadrada de Gaza en el 2005. Eso no calmó la tormenta islámica, la tormenta de militantes islamistas que nos amenazan. Ello solo trajo la tormenta más cerca y la fortaleció.

Hezbolláh y Hamas dispararon miles de cohetes contra nuestras ciudades desde cada territorio que evacuamos.. Véanlo, cuando Israel abandonó Líbano y Gaza, los moderados no vencieron a los radicales, los moderados fueron devorados por los radicales. Y me frustra decir que las tropas internacionales como UNIFIL en Líbano y EUBAM en Gaza no frenaron a los radicales por atacar a Israel.Dejamos Gaza con la esperanza de paz.

No congelamos los asentamientos en Gaza, los desarraigamos. Hicimos exactamente lo que la teoría dice: Salir y regresar a las fronteras de 1967 desmantelando los asentamientos.Y no pienso que la gente se acuerde qué tan lejos llegamos para conseguir esto. Desarraigamos a cientos de personas de sus hogares. Sacamos niños de sus escuelas y de los párvulos. Metimos moto-conformadoras para derribar sinagogas. Incluso –incluso sacamos a nuestros bien amados de sus tumbas. Y entonces, habiendo hecho todo esto, le dimos las llaves de Gaza al Presidente Abbas.De hecho la teoría dirías que todo debía funcionar, y el Presidente Abbas y la Autoridad Palestina podrían ahora construir un pacífico Estado en Gaza. Ustedes pueden recordar que el mundo entero aplaudía. Ellos aplaudieron nuestro retiro como un acto de gran estadista. Ese fue un temerario acto de paz.Pero, damas y caballeros, no obtuvimos paz. Obtuvimos guerra. Obtuvimos a un Irán, que a través de su proximidad a Hamas prontamente echó fuera a la Autoridad Palestina. La Autoridad Palestina se colapsó en el término de un solo día –solo un día.

El Presidente Abbas acaba de decir en este estrado que los palestinos están armados solamente de esperanzas y sus sueños. Sí, esperanzas, sueños y 10,000 misiles y cohetes Grad proveídos por Irán, sin mencionar los ríos de armas letales que fluyen dentro de Gaza desde el Sinaí, de Libia y muchos lugares más.Miles de misiles ya han llovido sobre nuestras ciudades.

Así que ustedes deben comprender que, dado todo esto, los israelíes preguntamos: ¿Con qué podemos prevenir que esto suceda nuevamente en la Margen Occidental? Vean, la mayoría de nuestras grandes ciudades en el Sur del país están a una docena de kilómetros de Gaza. Pero en el centro del país, frente a la Margen Occidental, están a solo unos cuantos metros o cuando mucho a unos kilómetros de las orillas de la Margen Occidental.Así que quisiera preguntarles. ¿Alguno de ustedes –alguien entre ustedes traerían el peligro tan cerca de sus ciudades, de sus familias? ¿Actuarían tan temerariamente con la vida de sus ciudadanos? Los israelíes estamos preparados para tener un Estado Palestino en la Margen Occidental, pero no estamos preparados para tener otro Gaza ahí. Y es por eso que debemos tener arreglos reales de seguridad, que los palestinos simplemente se rehúsan a negociar con nosotros.Los israelíes recordamos la agria lección de Gaza. Muchos críticos de Israel la ignoran. Irresponsablemente le sugieren a Israel ir en esa misma peligrosa senda. Si se lee lo que esta gente dice pareciera que nada ha ocurrido –solo repitiendo la misma sugerencia, las mismas fórmulas como si acaso nada de esto hubiera ocurrido.Y estos críticos continúan presionando a Israel a hacer concesiones de más largo alcance sin primero asegurarle a Israel su seguridad. Elogian a aquellos que sin miramientos alimentan al insaciable cocodrilo de los militantes islamistas con agresivas declaraciones. Señalan como enemigos de la paz a quienes insistimos en que primero debemos erigir una sólida barrera para mantener a ese cocodrilo fuera, o al menos en el último lance ponerle una barra de hierro entre sus batientes fauces.

Así que frente a las etiquetas y los libelos, Israel debe atender mejores sugerencias. Mejor es una mala prensa que un buen epitafio, y mejor sería aún que fuera una prensa justa cuyo sentido de la historia se extendiera más allá del desayuno, y que reconociera la legítima preocupación de Israel por su seguridad.Creo que en serias negociaciones de paz, estas necesidades y preocupaciones podrán apropiadamente establecerse, pero no podrán establecerse sin negociaciones. Y las necesidades son muchas, porque Israel es tan pequeño país. Sin Judea y samaria, la Margen Occidental, Israel tendrá únicamente 9 millas de ancho.Lo quiero poner en perspectiva para ustedes, porque están todos ustedes en la ciudad. Es algo como dos tercios del largo de Manhattan. Es la distancia entre Battery Park y Universidad de Columbia. Y no olviden que la gente que vive en Brooklyn y Nueva Jersey es considerablemente más amable que algunos de los vecinos de Israel.Así que cómo ustedes –¿cómo protegerían a un país tan pequeño, rodeado de personas que juran su destrucción y están siendo armados hasta los dientes por Irán? Obviamente no lo podrían defender solamente desde dentro de tan reducido espacio. Israel necesita más profunda protección estratégica, y esa exactamente es la razón por la que la Resolución 242 del Consejo de Seguridad no requiere a Israel el retiro de los territorios capturados en la Guerra de los Seis Días. Habla de retiro de los territorios, a linderos seguros y defendibles. Y para defenderse, Israel debe por tanto mantener una presencia militar de largo término en áreas críticas y estratégicas en la Margen Occidental.Expliqué esto al Presidente Abbas. Contestó que si un Estado palestino iba a ser un país soberano, nunca podría aceptar arreglos de este tipo. ¿Por qué no? Estados Unidos han tenido tropas en Japón, Alemania y Corea del Sur por más de medio siglo. Gran Bretaña tenía una base aérea en Chipre. Francia tiene fuerzas en tres naciones independientes africanas. Ninguno de estos Estados reclama no ser países soberanos.Y hay muchos otros temas de seguridad que también tienen que ser aceptados. Tómese el tema del espacio aéreo. Nuevamente, la pequeña dimensión de Israel crea grandes problemas de seguridad. La Unión Americana puede ser cruzada en avión jet en seis horas. Volar a través de Israel, toma tres minutos. Así que ¿tendrá el pequeño territorio de Israel que ser partido a la mitad y ser dado al Estado Palestino sin estar en paz con Israel?Nuestro mayor aeropuerto internacional se encuentra a escasos kilómetros de la Margen Occidental. Sin paz, ¿nuestros aviones se convertirán en blancos para misiles antiaéreos ubicados en el adyacente Estado Palestino? Y ¿cómo detendríamos su contrabando hacia la Margen Occidental? No es solamente la Margen Occidental, son las montañas de la Margen Occidental. Ahí se dominan toda la planicie de la costa donde la mayoría de la población se asienta. ¿Cómo podríamos frenar el contrabando hacia estas montañas de los misiles que podrían ser disparados contra nuestras ciudades?Traigo acá estos problemas porque no son problemas teóricos. Son muy reales. Y para los israelíes, son de vida o muerte. Todas estas grietas en la seguridad de Israel deben ser selladas con un acuerdo de paz antes de declararse un Estado Palestino, no después, porque si se le deja para después, no serán selladas. Y estos problemas nos explotarán en la cara y harán explotar la paz.Los palestinos deben primero hacer la paz con Israel y luego obtener su Estado. Pero también quiero decirles esto. Tras la firma de un tratado así, Israel no será la última nación en dar la bienvenida a un Estado Palestino como nuevo miembro de las Naciones Unidas. Será la primera.Y todavía hay algo más. Hamas ha estado violando leyes internacionales reteniendo cautivo por más de cinco años al soldado Gilad Shalit.No han accedido ni siquiera a una visita de la Cruz Roja. Se le mantiene en una mazmorra, en oscuridad, contra toda norma internacional. Gilad Shalit es hijo de Aviva y Noam Shalit. Él es nieto de Zvi Shalit, quien escapó del Holocausto inmigrando en los 1930’s como niño a la tierra de Israel. Gilad Shalit es hijo de cada familia israelí. Cada nación aquí representada debiera demandar su liberación inmediata. Si quieren pasar una resolución sobre el Oriente Medio el día de hoy, esa es la que deberían pasar.

Damas y caballeros, el año pasado en la Universidad de Bar-Ilán, este año en la Knesset (Parlamento) y en el Congreso de los Estados Unidos, dejé clara una visión para la paz en la que un Estado Palestino desmilitarizado reconozca al Estado de Israel. Si, el Estado Judío. Después de todo, este es el organismo que reconoció al Estado Judío hace 63 años. Ahora, ¿no creen ustedes que llegó el tiempo de los palestinos hicieran lo mismo?El Estado Judío de Israel siempre protegerá los derechos de todas sus minorías, incluidos más de un millón de ciudadanos árabes de Israel. Quisiera decir lo mismo sobre el futuro del Estado Palestino, porque como lo han manifestado los funcionarios palestinos el otro día, de hecho, Creo que lo hicieron justo aquí en Nueva York –dijeron que el Estado Palestino no permitirá judíos.  Será libre de judíos –Judenrein. Eso es limpieza étnica. Hoy hay leyes en Ramallah que hacen de la venta de terrenos a los judíos penado. Eso es racismo. Y saben a qué ley evoca.Israel, sin embargo, no tiene intensiones de retar el carácter democrático de nuestro Estado. Solo que no queremos que los palestinos traten de cambiar el carácter judío de nuestro Estado. Queremos rendirnos –queremos que se rindan de su fantasía de inundar Israel con millones de palestinos.

El Presidente Abbas estuvo precisamente aquí, y dijo que la esencia del conflicto Israeli-Palestino son los asentamientos. Bueno, eso es extraño. Nuestro conflicto ha venido irritándonos –nos ha estado irritando ya más de medio siglo todavía antes de que hubiera un solo asentamiento en la Margen Occidental. Así que si lo que el Presidente Abbas está diciendo fuera verdad, entonces los –creo que los asentamientos de los que habla son Tel Aviv, Haifa, Jaffa, Be’er Sheva. Tal vez es a lo que se refería el otro día cuando dijo que Israel ha estado ocupando territorio palestino durante 63 años. No dijo que desde 1967; dijo que desde 1948. Esperaba que alguien se molestara en preguntarle esta cuestión porque ilustraría una simple verdad: La esencia del conflicto no lo son los asentamientos. Los asentamientos son el resultado del conflicto.Los asentamientos tendrán que ser –es un tema que debe ser presentado y resuelto en el curso de las negociaciones. Pero la esencia del conflicto ha sido siempre y desafortunadamente persiste siendo el rechazo de los palestinos a reconocer al Estado Judío en cualquiera frontera.Creo que ya es tiempo de que el liderazgo palestino reconozca lo que cada líder serio ha reconocido, desde Lord Balfour y Lloyd George en 1917, hasta el Presidente Truman en1948, y el Presidente Obama hace solo dos días justo aquí: que Israel es el Estado Judío.

El Presidente Abbas, debe dejar de darle vueltas a este asunto. Reconocer al Estado Judío, y hacer la paz con nosotros. En una paz genuina como esa, Israel está preparado para hacer dolorosos compromisos. Creemos que los palestinos no deberán ser ciudadanos israelíes ni tampoco sus sujetos. Deberán vivir libres en in Estado propio. Pero deben estar listos, como nosotros, para comprometerse. Y sabremos que están preparados para comprometerse y para la paz cuando empiecen a tomar en serio los requerimientos de seguridad de Israel y se detengan de estar denegando nuestra conexión histórica con nuestra patria ancestral.Muy frecuentemente les escucho acusando a Israel de judaizar Jerusalén. Eso es como acusar a los Estados Unidos de americanizar Washington, o a los ingleses de britanizar Londres. ¿Ustedes saben por qué nos llaman “judíos”? Porque provenimos de Judea.En mi oficina en Jerusalén, hay un –hay un sello antiguo. Es un anillo de lacra de un funcionario judío de tiempos de la Biblia. El anillo fue hallado junto al Muro Occidental, y data de 2,700 años atrás, hasta tiempos del Rey Hezekías. Además, tiene el nombre del funcionario judío inscrito en ese anillo, en hebreo. Su nombre era Netanyahu. Ese es mi apellido paterno. Mi nombre, Benjamín, data de mil años cuando Binyamin –hijo de Jacob, era conocido como Israel. Jacob y sus 12 hijos deambularon por las colinas de Judea y Samaria hace 4,000 años, y ha habido una continua presencia judía en esa tierra desde entonces.

Y para aquellos judíos que fueron exilados de nuestra tierra, nunca dejaron de soñar en volver a ella: los judíos de España, hasta la víspera de su expulsión; judíos de Ucrania, huyendo de los pogromos; los judíos combatientes del ghetto de Varsovia, conforme los Nazis les estaban rodeando. Nunca cesaron de orar, nunca dejaron de anhelar. Susurraban: ‘El año que entra, en Jerusalén. El año que entra, en la Tierra Prometida’.Como Primer Ministro de Israel, Hablo aquí en nombre de cientos de generaciones de judíos dispersos a lo largo de la tierra, quienes sufrieron todo lo maligno bajo el sol, pero jamás cedieron su esperanza por restaurar su vida nacional solo y en el único Estado de Israel.

Damas y caballeros, continúo guardando la esperanza de que el Presidente Abbas será mi socio en la paz. He trabajado arduo en el avance de esa paz. El día que asumí mi puesto, hice un llamado a negociaciones directas sin precondiciones. El Presidente Abbas no respondió. Describí la visión de una paz con dos Estados para dos pueblos. Él no respondió. Removí cientos de bloqueos carreteros y puntos de revisión, para aligerar la libertad de movimiento para los palestinos en algunas áreas; esto facilitaría un fantástico crecimiento de la economía palestina. Pero nuevamente –no respondió. Di un paso sin precedente para congelar la construcción de nuevas edificaciones por 10 meses. Ningún Primer Ministro lo hizo nunca antes. Una vez más –ustedes aplauden, pero no hubo respuesta. Ninguna respuesta.En las últimas semanas, funcionarios estadounidenses han adelantado ideas para reiniciar las pláticas de paz. Había detalles sobre fronteras que a mi no me gustaron. Ha habido cosas referentes al Estado Judío que estoy seguro a los palestinos no les gustan.

Pero con todas mis reservas, estaba dispuesto a moverme hacia delante con estas ideas norte americanas.

Presidente Abbas, ¿por qué no se une conmigo? Debemos dejar de negociar sobre negociaciones. Solo vamos a ponernos a trabajar en eso. Negociemos la paz.

Dediqué años a defender a Israel en el campo de batalla. Invertí décadas defendiendo a Israel en la corte de opinión pública. Presidente Abbas, usted ha dedicado su vida en el avance de la causa palestina. ¿Acaso este conflicto tenga que continuar por generaciones, o nuestros hijos y nietos podrán hablar en los años por venir de cómo encontramos un camino para terminarlo? Esto es la meta en que debemos enfocarnos, y es lo que creo que podríamos lograr.

En dos años y medio, nos reunimos en Jerusalén solo una vez, pese a que mi puerta ha estado abierta para usted. Si usted quiere, puedo ir hasta Ramallah. De hecho, tengo una mejor sugerencia. Ambos hemos volado miles de millas a Nueva York. Ahora estamos en la misma ciudad. Estamos en el mismo edificio. Así que reunámonos hoy en las Naciones Unidas. ¿Quién está para detenernos? Si genuinamente queremos la paz, ¿qué nos detiene para reunirnos ahora y empezar las negociaciones?

Y yo sugeriría que hablemos honesta y abiertamente. Escuchémonos uno al otro. Hagamos como lo decimos en el Medio Oriente: Hablemos “doogri”. Que quiere decir derechamente. Le expondré mis necesidades y preocupaciones. Usted me dirá las suyas. Y con la ayuda de D_os, encontraremos el terreno común para la paz.

Hay un dicho árabe “que usted no podrá aplaudir con una sola mano”. Bueno, lo mismo es cierto para la paz. No puedo hacer la paz solo. No puedo hacer la paz sin usted. Presidente Abbas, le extiendo mi mano –extiendo la mano de Israel- en paz. Espero que usted tome esta mano. Ambos somos hijos de Abraham. Mi pueblo le llama Avraham. Su pueblo le llama Ibrahim. Compartimos al mismo Patriarca. Deambulamos por la misma tierra. Nuestros destinos están entrelazados. Permitámonos observar la visión de Isaías – [Isaías 9:1 en Hebreo] – “El pueblo que camina en la oscuridad verá una gran luz”. Dejemos que esa luz sea la de la paz.