ITONGADOL

El 6 de octubre de 1973, en Yom Kippur, el vocero de la Fuerza de Defensa de Israel anunció: “Cerca de las dos de la tarde las fuerzas egipcias y sirias comenzaron un ataque tanto en el Sinaí como en los Altos de Golán. Nuestras fuerzas están operando contra los atacantes”.

Pasaron 38 años desde que comenzó la Guerra de Yom Kippur y las fuerzas sirias y egipcias lanzaron un ataque sorpresa coordinado a Israel durante las fiestas judías más sagradas y solemnes, el Día de Expiación.

A las 13.55 sonó una alarma en el área de Tel Aviv: apareció un gran objetivo en los monitores de los radares que se movía hacia el Sinaí. Se dirigieron aviones de la Fuerza Aérea de Israel al objeto no identificado. El comandante Eitan Karmi, líder de las fuerzas, reconoció a un misil aire-a-superficie KSR-2 que fue lanzado de un avión Tupoley egipcio a cientos de kilómetros de distancia, y lo derribó en el mar.

“Nos llamaron contada la fuerza para interceptar al objeto volador que iba hacia Israel. Miramos arribas y descubrimos un punto brillante en el cielo cerca de Tel Aviv y fuimos”, dijo Karma.

Las fuerzas egipcias cruzaron el Canal de Suez y las fuerzas sirias entraron a los Altos de Golán. Durante tres semanas de duras batallas, la FDI superó las principales ganancias egipcias y sirias y avanzó al lado occidente del Canal y a la capital vecina de Siria, Damasco.

A pesar de la supremacía militar final de Israel, la guerra cobró un gran número de víctimas en todos los países participantes, con tremendos daños y muchos muertos. La Guerra de Yom Kipur fue uno de los mayores desafíos a los que se enfrentó Israel. Se asesinaron a más de 2.200 soldados israelíes y la FAI perdió más de 100 aviones y helicópteros.

“Esperamos que los resultados de la guerra nos acerquen a la paz, junto con esta esperanza que preparará a nuestros corazones con fuerza”, dijo el comandante general Benny Peled en una carta que envió cuando finalizó la guerra.