EUROPA PRESS

25 de octubre 2011- El líder del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hassan Nasralá, ha afirmado este lunes que su grupo, que forma parte del Ejecutivo libanés, se opone a la financiación del Tribunal Especial para Líbano (TEL) –respaldado por la ONU y cuya misión es enjuiciar a los responsables del atentado de 14 de febrero de 2005 que causó la muerte del ex primer ministro Rafik Hariri–, pero que el asunto ha de ser debatido por el Gabinete.

Beirut tiene que pagar los 32 millones de dólares (23 millones de euros) correspondientes a la financiación del TEL para 2011. El fiscal del tribunal acusó a cuatro miembros de Hezbolá de participar en el atentado, algo que el grupo ha desmentido. Tras hacerse públicas las acusaciones, solicitó al Gobierno que cortara sus vínculos con el tribunal. Hezbolá ha afirmado en múltiples ocasiones que el TEL está politizado y que persigue los intereses de Israel en la zona.

“Hezbolá no está de acuerdo con el TEL en ninguna forma o fondo, y naturalmente está en contra de su financiación”, ha dicho Nasralá en una entrevista concedida al canal de televisión libanés Al Manar, vinculado con el partido. “Sin embargo, no voy a hacer de esto una batalla y (…) si alguien quiere financiar el tribunal de su bolsillo, es cosa suya. Si tiene que ser financiado por el Tesoro (…) entonces el Gabinete o el Parlamento tendrán que decidir”, ha agregado.

En este sentido, Hezbolá y sus aliados contarían con al menos 15 de los 30 ministros para oponerse a dicha financiación, lo que haría imposible la aprobación por parte del Ejecutivo.

Varios diplomáticos han afirmado que otros países podrían colaborar para financiar el TEL en caso de que finalmente Líbano decida no hacerlo, pero el primer ministro, Najib Mikati, se está enfrentando a muchas presiones por parte de Occidente para que lo haga.

HEZBOLÁ NO COMBATE EN SIRIA

Por otra parte, Nasralá ha desmentido que efectivos de Hezbolá estén participando en las operaciones del Gobierno sirio para reprimir las manifestaciones en contra del presidente, Bashar al Assad.

“El Gobierno sirio no es débil y no ha solicitado la ayuda de combatientes de Hezbolá. Esos informes son infundados. Las afirmaciones que aseguran que Hezbolá está enviando a combatientes a Siria son puras mentiras y una clara difamación. Son totalmente falsas”, ha especificado.

Asimismo, se ha mostrado en contra de los intentos de derrocar a Al Assad y ha dicho que “cualquier otra opción sería sumisa a Estados Unidos”. “Estamos en contra de la caída de un Gobierno desafiante (a Estados Unidos e Israel) que ha afirmado que hará reformas y que ha comenzado a hacerlas”, ha señalado.

“Si estás con el pueblo sirio, no les lleves a la guerra civil o a la partición. Lo que es necesario es abandonar las calles, detener toda forma de conflicto o confrontación y comenzar el diálogo”, ha apuntado Nasralá.

“Quiero hablar de lo que el pueblo sirio quiere. La mayoría de la población siria quiere reformas. Según mis informaciones, y a través de nuestras amistades con ciudadanos que no tienen relación con el Gobierno, sabemos que la mayoría respalda las reformas”, ha agregado.

Por otra parte, ha criticado la posición de la oposición siria respecto al conflicto entre Israel y Palestina. “La retórica de la oposición siria evita toda mención a Palestina porque no quiere enfadar a Estados Unidos, pese a que no clasifico a todas las facciones (que componen la oposición) de la misma manera”, ha valorado el líder de Hezbolá.

Además, ha alabado la posición antiestadounidense de Damasco a lo largo de las últimas décadas, y ha resultado que “no ha lugar a debate sobre que Siria es un país desafiante”. “Al Assad no se plegó a las peticiones de (Colina) Powell –ex secretario de Estado estadounidense– y mantuvo su apoyo a los movimientos de resistencia en Líbano, Palestina e Irak”, ha dicho.

“El apoyo sirio fue un factor decisivo a las victorias que se han conseguido en la región. Desde el comienzo, Al Assad afirmó que cree en las reformas y ha reconocido sus errores, pero la confrontación ha seguido otro camino”, ha indicado.

“El derrocamiento de un Estado desafiante se ha convertido en el objetivo, y si Al Assad fuera un gobernante sumiso, os aseguro que el problema doméstico estaría solucionado”, ha reseñado.

En otro orden de cosas, Nasralá ha recalcado que “el intercambio de prisioneros (entre Israel y Hamás) es un gran logro”. “Preservar a Gilad Shalit con vida durante cinco años es un logro y capturarle con vida es otro logro. Finalmente, ni a través de operaciones de seguridad ni a través de la guerra consiguió Israel recuperarle. Esto es un logro histórico y se convierte en el más importante acuerdo para la resistencia”, ha añadido.

SITUACIÓN REGIONAL

Por otra parte, Nasralá se ha referido a la situación que se vive en otros países de la región en el marco de la Primavera Árabe y en el de la posición de los países opuestos a las políticas estadounidenses.

Sobre la situación en Bahréin, ha recalcado que Hezbolá “no ha mostrado su solidaridad con los seguidores de una determinada secta, sino que ha expresado su solidaridad con la gente que se ha levantado contra regímenes caracterizados por su sumisión contra Estados Unidos”.

“Hay mucha gente pidiendo libertad, y hemos mostrado nuestro apoyo a todos ellos, pero algunos hablan de los países árabes sin mencionar a Behréin, pese a la represión del Gobierno contra su pueblo y a su sumisión a Washington”, ha afirmado. “La oposición bahreiní no ha conseguido un sólo canal por satélite en todo el mundo para poder emitir. No hemos visto el lanzamiento de una sola piedra y la gente allí se manifiesta pacíficamente”, ha agregado.

En este sentido, ha argüido que “la gente en la región se da cuenta de que el Ejecutivo estadounidense no es su amigo y que hasta hace poco ha estado defendiendo a estos regímenes y que aún defiende dictaduras brutales”. “Si la gente de Túnez, Egipto y Libia son activos y participativos, pueden imponer su voluntad a través de la participación política y la unidad, porque Occidente intentará azuzar la sedición si se da cuenta de que los nuevos regímenes no se ponen de su lado”, ha subrayado.

“Los estadounidenses quieren reducir sus pérdidas (en la región) tanto como sea posible y maquillar su imagen en el mundo árabe e islámico, que ha mostrado su rechazo a las políticas criminales de Washington”, ha añadido.

Por otra parte, ha desmentido el supuesto complot iraní para asesinar al embajador saudí en Washington, Adel al Jubeir, y ha señalado que “Estados Unidos ha fabricado este asunto para incrementar las tensiones en la región o endurecer las sanciones”. “Debo señalado que el motivo real es el rechazo de Irán al establecimiento de una línea caliente (militar) con Estados Unidos”.

“Considero que Estados Unidos no está preparado para iniciar una nueva guerra a causa de sus derrotas y a su situación económica interna”, ha dicho. “El candidato republicano está pidiendo que se detenga toda la ayuda internacional, incluida la entregada a Israel, lo que da una idea del tamaño del problema doméstico”, ha apuntado.

En cuanto a la situación en Libia, Nasralá ha afirmado que “Hezbolá está contento con la victoria del pueblo libio, que a día de hoy se enfrenta al desafío de construir un Estado y una entidad política, pese a la enorme devastación”. “El mayor desafío es preservar la independencia de Libia y sus recursos naturales, porque la OTAN ya ha comenzado a buscar beneficios”, ha apuntado.

Por último, ha señalado que “lo que está ocurriendo en Irak es una verdadera victoria para la resistencia iraquí”, por lo que ha expresado su “felicitación” a la resistencia en el país, según la entrevista, recogida por el diario libanés ‘An Nahar’.