ENRIQUE RIVERA

¿A quién le puede interesar lo que cuatro rabinos tienen para decir acerca del nesib, bashert o pareja predestinada? Contrariamente a lo que podría imaginarse una gran cantidad de jóvenes acudió a esta actividad organizada por JUP (Jóvenes Universitario y Post Universitarios), quienes, es justo reconocerlo, han venido consolidándose como una opción para la juventud de la Comunidad, con una serie de actividades.

La última ocurrió el 27 de octubre, en el Templo Shar Lesimjá, cuando, con un formato muy ágil, cuatro rabinos expusieron por unos minutos cada uno, un leve mensaje, para dar paso a las preguntas de los asistentes: Amram Anijar, Itzik Prober, Niso Palti y Yosi Birch.

Aunque al principio, las preguntas, las cuales podían ser escritas u orales, comenzaron en forma tibia, conforme fue avanzando la noche el ritmo de éstas se aceleró: llegaban y llegaban y podían verse las manos, en su gran mayoría de jovencitas -en contraste sólo unas cuántas manos de hombres- tomar el reto de cuestionar, de ventilar públicamente las dudas o las cuitas de sus corazones.

Uno de ellos, Cohen por cierto, cuestionaba a los rabinos acerca de las prohibiciones que su status le impone: no poderse casar con una divorciada, conversa o que ya haya tenido relaciones íntimas, incluso cuestionó acerca de la veracidad de “si se corta uno un dedo, entonces cambia este status”. La respuesta de los rabinos fue muy clara: en tiempo pasados, cuando existía el Beit Hamikdash solamente los cohanim podían traspasar sus puertas. Dentro de todo Am Israel, son las personas de más alto estatus, y esas leyes están hechas para protegerlos.

El evento tuvo una duración cercana a las dos horas y, a mi parecer, la comunicación que se dio entre los líderes espirituales y los jóvenes fue intensa y respetuosa. El ímpetu de la juventud, sus años nuevos, las dudas que se van acumulando, se enfrentaron a la experiencia de los años, el conocimiento de la Torá y de la vida.
Ésa fue la formula de esa noche, que seguramente dejará una honda huella en muchas personas.

Sólo resta felicitar a quienes conforman JUP, por el acierto de pensar en actividades que atraen a jóvenes y fomentan la identidad judía.