PERIODISTA DIGITAL

En muchas ocasiones, las relaciones internas entre las distintas “comunidades” en Israel son analizadas en la Prensa de otros Países, sin demasiados detalles que expliquen cuáles son los focos de tensión entre esas “comunidades”.

Uno de esos focos, son las relaciones existentes entre el Estado de Israel, por supuesto mayoritariamente “judío”, y los beduinos, que son “musulmanes”, pero no son palestinos.

Si no existiera el tema judíos- musulmanes de por medio, se trataría de la eterna discusión entre “sedentarios” y “nómadas” como hemos visto mil veces en las películas americanas, en las cuales los “nómadas” que cuidan vacas (en este caso ovejas y cabras) se empecinan en querer pasar por terrenos, y los agricultores que han sembrado en esos terrenos han alambrado el lugar y no los dejan pasar (en este caso el Estado).

Pero el tema judío-musulmán existe, y es imposible no pensar que cuando el Estado adopta una política firme para con los Beduinos, parte de esa política está motivada por el conflicto en el Medio Oriente. Es posible que esa sea parte de la verdad, pero es seguro que no es toda la verdad.

Independientemente de lo escrito, existe un problema objetivo para otorgar servicios como agua, alimentos, electricidad, educación, transporte, salud pública, etc., a una población “nómada”. Parte de esa población ha entendido que la vida moderna, junto con sus ventajas diarias, exige de cada particular cierta renuncia a la sensación particular de “libertad sin límites” que caracteriza a poblaciones “nómadas”.

Pero existen otras partes en esa “comunidad” que se resisten históricamente, a todo intento de encontrar una “solución” que incluya su conversión a “sedentarios”. El tema es cáustico en el Sur de Israel, en el desierto del Neguev, en el cual viven unos 200 mil Beduinos, de los cuales unos 70 mil viven en carpas o casas prefabricadas, sobre terrenos que están en disputa entre ellos y el Estado.

En los últimos meses han sido publicados planes de “solución” que incluyen el desplazamiento de unos 30 mil de esos beduinos, con los cuales el Gobierno pretende llegar a un acuerdo por el cual reciban indemnización y pasen a vivir en poblaciones sedentarias o serán desalojados.

Los Beduinos “nómadas” que se oponen a pasar a ser “sedentarios” ponen como ejemplo para su negativa la sociedad que ha sido desarrollada en aquellos poblados en los cuales ya viven beduinos, que, al parecer de los “nómadas”, es perjudicial.

En estos poblados existen muchas veces tensiones entre grandes familias (Hamulas) por el liderazgo comunal, y por los presupuestos que acompañan a ese liderazgo. Uno de ellos es la ciudad de Rahat (50 mil habitantes) sobre la cual he traducido un artículo que ha aparecido en Ynet hace unas semanas.

“…Un nuevo programa, que duplicará el tamaño de la ciudad más grande de los beduinos del Negev, ganó un concurso internacional de arquitectura.

Se trata de la planificación de edificios de seis pisos de alto, primeros de su tipo en esta población. El proyecto también toma en consideración la existencia de la poligamia y proporciona un intento de solución al problema de las mujeres con respecto a su privacidad.

Quienes entran a Rahat en estos días, podrán ver una ola sin precedentes de construcción: la expansión planificada de la ciudad de Rahat, por la cual se espera que los primeros beduinos pasen a vivir en edificios de departamentos de 3-6 pisos, ya está en marcha. El programa fue recientemente galardonado con el primer premio para la planificación estratégica en la competencia de la organización de la planificación global (AIU).

El proyecto “Rahat Sur” fue una iniciativa conjunta de la Administración de Tierras de Israel y la Administración para promover a los Beduinos, y fue formulado hace más de 10 años. Incluye la primera planificación urbana integral hecha por la población beduina, que se encuentra en transición de “nómadas” a “sedentarios”.

Según el programa, la expansión de la ciudad será hacia el sur (10 mil viviendas) y, de hecho, duplicará la ciudad. La fase I del plan que incluye 4,500 unidades residenciales ya está en marcha – la mayor parte de las parcelas han sido comercializadas y se inició su construcción. La construcción de decenas de casas se ha completado o están a punto de ser concluidas, y se espera que las demás se construyan en los próximos dos años. El centro urbano planificado en todas las instituciones públicas, parque central, mercado, comercio y turismo, con senderos verdes que conectarán al centro principal.

El plan incluye, entre otros, nueve modelos de casas, adaptadas a las necesidades y demandas de la población, incluyendo edificios de apartamentos que coincida con el área urbana circundante, “con la opción de añadir una unidad más” (es decir, agrandar el apartamento en caso que se agrande la familia. S.Z.). La planificación de las zonas residenciales incluidas las unidades de vivienda es inusualmente grande para permitir la unidad de la gran familia beduina, e incluso considera la existencia de la poligamia (a pesar que esta está prohibida legalmente, pero es conocida su existencia. S.Z.)

Pero no sólo la poligamia es tenida en cuenta en el proceso de planificación, sino también el tema de la modestia: para mantenerla, existe una mayor distancia que lo habitual entre los espacios, áreas comerciales, aéreas de empleo, las mezquitas y las escuelas secundarias, y las zonas residenciales, jardines de infancia, mientras que en otros casos construyen vallas altas entre zonas residenciales que rodean las calles. Además, para las mujeres ha sido planeado un centro de empleo en el corazón de las zonas residenciales, para aumentar la accesibilidad y la facilidad de sus opciones de empleo, mantenimiento de la castidad y la cercanía a los niños.

El plan fue adelantado por el arquitecto de la Administración de Tierras de Israel, Amos Bernays que cuenta: “Lo primero que hicimos fue decir a los beduinos de Rahat que venimos a trabajar con ellos, para dar a sus hijos las mejores soluciones. Llevamos a cabo cientos de reuniones en los últimos años con diversos sectores de la población”.

Bernays explica que en un principio Rahat (en los años 70) estaba diseñado para que cada tribu tuviera su propio barrio y su propia entrada, con una total desconexión entre ellos. “A la generación de los jóvenes en Rahat no necesariamente les gusta este modelo”, enumera, “Hemos creado un sistema urbano mucho más complejo que incluye los barrios, las calles, en diferentes escalas que se ajusten a las familias más pequeñas. No sólo una tribu entera encerrada solamente en un barrio, sino algo que recuerda más a una ciudad”.

“Este es un logro sin precedentes”, dice el ex intendente Al Krinawi: “hemos ampliado los límites de la ciudad, y agregado grandes áreas públicas. Hemos planificado una amplia gama de métodos para evitar la escasez de viviendas en una ciudad grande. El valor de los bienes raíces es relativamente bajo y por lo tanto permite amplias opciones”.

Al Krinawi hace hincapié en que la construcción de un edificio de seis pisos es una novedad en el sector árabe de Israel. Todos los lotes fueron vendidos: “Es uno de los proyectos importantes en el país”. Sin embargo, en los últimos años también hubo quienes se oponen al plan. “Hubo manifestaciones, de quienes dijeron que este plan no es suficiente. Pero al final fuimos capaces de vender todos los lotes”.

Tal vez las palabras de Khalil Alamor, un residente de un pueblo no reconocido (de aquellos que según el artículo de hoy, serán desplazados a poblaciones “sedentarias” S.Z.) ilustrará la diferencia en la percepción de la planificación urbana entre los diferentes sectores, con la cual los planificadores tuvieron que lidiar. Cuando a Alamor se le preguntó qué pensaba acerca de esa solución para los beduinos, criticó el hecho de que muchos beduinos serán absorbidos en las comunidades existentes. “En el futuro nos encontraremos con edificios de más plantas, al igual que lo de los judíos, como pollos en un gallinero”, dijo.

Rafi Elmaleh, vicepresidente de planificación y de desarrollo de la Administración de Tierras de Israel, dijo que “otorgamos gran importancia a dar solución a la población beduina del Negev. Su tasa de crecimiento es la mayor del mundo. A fin de promover los programas tenemos el mejor de los planificadores.

En los últimos años la Administración planifica nuevos asentamientos de beduinos como consecuencia de la decisión del gobierno, y existe cooperación de la población local para que las soluciones sean aplicables”.