EL PAÍS

“Nuestra posición es ampliamente conocida: sería un error muy grave, con consecuencias impredecibles”, ha dicho el jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, en una rueda de prensa al comentar las amenazas de Israel de atacar las instalaciones nucleares de Irán.

Lavrov ha recalcado que no hay una solución de fuerza a los conflictos internacionales. “De esto nos convencemos cada día, cuando vemos como se resuelven los problemas en torno a Irán, Irak o Afganistán y otros países de esa región. La injerencia militar conduce sólo al aumento de las víctimas”, ha dicho el ministro ruso.

El ministro de Exteriores ha insistido también en que todo conflicto puede ser resuelto sobre la base de los principios aprobados por la comunidad internacional y refrendados en la Carta de la ONU.

Lavrov ha subrayado que el uso de la fuerza es posible sólo en dos casos: cuando hay una agresión contra uno u otro país y cuando existe una correspondiente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Ha recordado que Rusia hace más de un año presentó sus propuestas para resolver el problema del programa nuclear iraní.

“Nuestras propuestas siguen sobre la mesa de negociaciones y confío en que no se adoptarán acciones que, con intención o sin ella, arruinen las posibilidades (de solución) que aún existen”, ha recalcado.