El trío de periodistas


La delegación de Al Fatah en México (sentados)

MAY SAMRA

Quienes asistimos, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a la presentación del libro: “Historias que Dios no hubiese escrito. La invasión judía a Palestina” de Alejandro Almazán y Óscar Camacho, presentado por Lilia Silvia Hernández, nos quedamos atónitos por el discurso antiisraelí y antisemita que atestiguamos y grabamos.

Incluso, en medio de la presentación, un desperfecto del sonido produjo un estruendo, el cual fue achacado, entre risas, a “los judíos”.

Muchos de los participantes allí presentes llevaban una versión “abreviada” de la bufanda llamada “palestina”.

Entre otros argumentos, presenciamos la repetición del estereotipo antisemita de comparar las acciones del Estado israelí a las de los nazis, hecho que debería avergonzar a periodistas consumados, pues no existe punto de comparación entre el asesinato sistemático de millones de judíos durante el Holocausto y lo que sucede hoy en territorios palestinos. Otro argumento antisemita era el referente al “poder de la Comunidad judía”.

Como lo expresé en la presentación, a nombre de Enlace Judío, este “libro único”, en palabras de la presentadora, es una muestra “única” de periodismo tendencioso, pues presenta únicamente un lado del conflicto, ignorando con soberbia el otro; amén de descontextualizar escenas entre soldados israelíes abordando a palestinos y mostrar una versión sesgada y simplista de la historia.

Según ellos, los periodistas no hicieron su reportaje del lado israelí porque se les pidió expresamente ir a cubrir la “realidad” palestina durante 15 días. No fueron al lado israelí “por falta de fondos”.

En otras palabras: si se les hubiese pedido y pagado al trío Almazán- Camacho- Hernández por ir a cubrir y explicar el lado israelí del conflicto, ¿tuviéramos una historia diferente?

¿Acaso el periodismo trata de un clientelismo selectivo? Alguna vez me dijeron que, en un conflicto entre tú y yo existen tres verdades: la tuya, la mía y la Verdad. Es labor del periodista encontrar la Verdad con mayúscula, y no una de sus facetas.

Es lamentable que un medio serio como Milenio se haya prestado a publicar este tipo de transgiversación de la historia, en aras de sensacionalismo. Lo que hace es mal informar al público mexicano, mediante una versión “romántica”, involucrando a niños, hecho que apela a la compasión del lector.

Por otra parte, es notable el desconocimiento de los periodistas de los hechos históricos. Incluso desconocen el significado del término “israelitas”, término erróneamente utilizado al referirse a los ciudadanos de Israel, pues el término correcto son “israelíes”.

Otro hecho inaudito es decir que “entienden” las razones de una “mujer bomba” por inmolarse, pues los palestinos “abrieron las puertas de sus casas” a los israelíes y estos últimos “se quedaron con ella”, versión absolutamente simplista y errónea de los orígenes del conflicto. No se puede, ni se debe, “entender” a terroristas que buscan, con su muerte, asesinar a civiles indefensos.

Los héroes de la presentación fueron Tawfik, Jawab y Ayman, tres miembros de una delegación de Al Fatah, guías de los periodistas en la Autoridad Palestina, quienes han estado recorriendo los pasillos del Congreso de la Unión para adoctrinar a nuestros legisladores con el propósito de presionar a las autoridades en votar por el reconocimiento unilateral de un Estado palestino en la ONU.

Ellos me invitaron, en un perfecto español, a visitar Palestina, con todos los gastos pagados, para ver con mis propios ojos la “realidad” del sufrimiento palestino, lo cual me pareció una contradicción con la supuesta pobreza que sufre “Palestina”.

Viaje al que probablemente tendré que renunciar, tras recordar lo sucedido hace años con los soldados israelíes quienes equivocaron el camino y llegaron a Ramalla: fueron linchados por una turba palestina en el mismo ayuntamiento, despedazados con marcos de ventanas y se jugó fútbol con sus cabezas.

Según la reseña en Milenio, puse “el dedo en la llaga”.

Por ello, Enlace Judío lamenta la postura de Milenio TV y Ciro Gómez Leyva, por presentar visiones sesgadas y simplistas del conflicto palestino israelí, editando y descontextualizando las escenas, pues el público mexicano merece una versión completa y un periodismo profesional.

 

Alejandro Almazán

 

“Historias que Dios no hubiese escrito”

 

Ulíses, el camarógrafo del equipo

 

La bufanda “palestina” que se repartió a los asistentes