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A la hora de hablar de Bernardo Kliksberg se asocia su nombre con la denominada humanización de la economía y las recetas sociales para atender dos de los principales problemas que afectan al mundo globalizado y que son el hambre y la pobreza. Pero detrás de cada plan o de cada programa diseñado por el economista argentino hay un secreto que tiene que ver con el papel de la Torá y del judaísmo en su tarea científica.

“En toda mi trayectoria siempre hubo una fusión entre mi actividad científica y mi identidad judía. En todos mis mensajes están presentes los valores de la Biblia y del judaísmo”, enfatizó Kliksberg, en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), luego de haber sido distinguido por la Universidad Hebrea de Jerusalem, la más importante casa de estudios del Estado de Israel y del mundo judío, con el Doctorado Honoris Causa. Justamente, en los argumentos dados para la entrega de la distinción, la universidad destacó la cualidad del economista argentino para apelar a los valores del judaísmo a la hora de enfrentar problemas sociales.

“La universidad me ha dado un reconocimiento por mi rol científico en el mundo, se reconoce que soy el creador de nuevas disciplinas y políticas para el desarrollo, el capital social y por haber contribuido a repensar el mundo con el aporte judío contra la pobreza y la responsabilidad de la empresa privada”, precisó el economista, que es conocido en el mundo como asesor de las Naciones Unidas. Entre quienes recibieron la distinción de la Universidad de Jerusalem figuran grandes personalidades como Itzjak Rabin, Golda Meier, Amos Oz, Simone Will, Vaclav Havel, Bill Clinton, Umberto Ecco, Jacques Derridá, Claude Landzman y Bernard Henri-Levy.

A ellos se agregan los Premios Nobel Rita Levi Montalcini y Elie Wiesel, el presidente de Italia George Napolitano, la actual secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, la Presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Israel Dorit Beinisch, el Premio Nobel Albert Gore. Kliksberg, autor de 51 obras y creador de nuevas disciplinas, se convirtió en el primer científico latinoamericano que recibe el Honoris Causa dentro de esta nominación.

“La nominación viene de parte de la Universidad de Jerusalem, figura central del Estado de Israel y del pueblo judío, que en los últimos siete años tuvo cinco Premio Nobel, lo que convierte a esa una universidad en uno de los principales centros de estudios del planeta, en cuyas aulas enseñaron figuras como Martín Buber”, destacó.

Justamente Bernardo integró el primer Consejo Directivo junto a Albert Einstein y Sigmund Freud. A eso se agrega que la universidad tuvo importantes Premio Nobel que pasaron por sus aulas como Albert Einstein, Premio Nobel de Física, fundador y protector de la universidad Hebrea de Jerusalem, Daniel Kahneman (Economía), Aaron Ciechanover (Química), David J. Gross (Física), Avram Hershko (Química), Robert Aumann (Economía), Roger Kornberg (Química), Ada Yonath (Química) y Elon Lindenstrauss (Medalla Fields, considerado el Premio Nobel en Matemáticas).

Más allá de los destacados nombres, Kliksberg advirtió sobre los graves problemas a los que se enfrenta el mundo actual. “Mi mensaje para las nuevas generaciones es que el mundo actual está en una encrucijada gravísima, la peor depresión económica desde 1930, y los secretos para enfrentar una situación así, según la Torá, están en la sabiduría espiritual más profunda del género humano”, resaltó el economista. Por eso Kliksberg, quien fue reconocido por “ser uno de los máximos expertos del mundo en los problemas socioeconómicos de América Latina”, afirmó que hay que “reparar el mundo (Tikkun olam)”. Para el economista, hay que recurrir a los ocho niveles de tzedaká (caridad) de Maimónides, que “son los principios básicos que sin duda se encuentran en los primeros indignados de la historia y que fueron los profetas de Israel”. “Nací en una familia de clase media donde la vida fue dura para sobrevivir, pero nací con una espiritualidad gigantesca”, destacó Kliksberg, quien agradeció el legado entregado por sus padres.

Ése legado espiritual, según contó el economista, fue la base para la creación de los programas de los últimos dos años, y de uno de los últimos conocido como “100 jóvenes sobresalientes por una economía con rostro humano”. Kliksberg comentó que tomó a los mejores cien graduados de la Universidad de Buenos Aires, en los dos últimos años en las áreas de economía y gestión. “Los preparé durante un año para ser profesores de la universidad con las ideas más avanzadas que había en el planeta sobre cómo combatir la pobreza, a favor del desarrollo y ellos la enseñarán en las aulas”, afirmó. La experiencia fue tan exitosa que la presidenta Cristina Kirchner le pidió a Kliksberg que lleve el programa a las 25 universidades públicas de la Argentina. Pero además, tiene previsto trasladar la iniciativa a toda Latinoamérica. Bernardo Kliksberg fue reconocido en Jerusalem por “su trabajo pionero en ética para el desarrollo, capital social, y responsabilidad social empresarial”, pero también llegó a otra parte del planeta, ya que en China publicaron uno de sus libros en idioma mandarín convirtiéndose en el primer pensador en idioma español que ingresa a ese mercado.