EL INTRANSIGENTE.COM

Cuando en Septiembre de este año la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó un formal pedido ante la ONU para que el Estado Palestino formara parte del organismo, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas solicitó saludarla y agradecerle personalmente. A pesar de que la ocupación política del Estado de Israel de los territorios palestinos lleva ya más de 65 años y miles de muertes, es la primera vez que un mandatario Argentino se enfrenta a la posición de Israel (de su aliado norteamericano) en defensa de los derechos palestinos.

Aunque la defensa haya sido tibia (“Impedir que Palestina forme parte de las Naciones Unidas es seguir dándoles coartadas a los que ejercen el terrorismo a nivel internacional”, señaló en su oportunidad), los sectores más progresistas del país celebraron la iniciativa como una clara señal contra el imperialismo norteamericano y del Estado de Israel. Como en tantas otras cuestiones, la elección de Beatriz Rojkés de Alperovich como tercera en la sucesión presidencial viene a desajustar algunas ideas que el gobierno nacional parecía tener firme en el terreno del progresismo. La condición de judía de la primera dama provincial y su marido, el gobernador José Alperovich es conocida y respetada en Tucumán. Sin embargo, del judaísmo a la defensa del Estado de ocupación de Israel hay un salto cualitativo importante, y Betty pareciera haberlo dado.

En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, se expresó sobre la alerta “que significa la invasión de Irán en el bloque (del Mercosur), lo que significa que Irán esté pagando en Bolivia y en Venezuela a universidades y medios de comunicación”. La Senadora judeocristiana, como la define la agencia de noticias, explicó los motivos que la llevaron a sumarse al Grupo Parlamentario de Amistad Argentino-Israelí y su compromiso de fortalecer vínculos con el Estado de Israel. Señaló que en sus viajes aprovechó para conocer lo que llama “la verdadera historia verdad de la historia y no la que nos quieren vender en Latinoamérica” y se comprometió a difundirla. Señaló también sus esperanzas de poder utilizar su cargo para generar lazos de amistad firmes con el Estado de Israel.

Concluyó con firmeza que “tengo mi absoluto compromiso y soy jugada en mis definiciones, aún cuando me dicen que no debo intervenir, no me callo y las antepongo ante cualquier situación.”

Ni Betty se pronunció a favor de la posición pro palestina adoptada hace escasos tres meses por la Presidenta en la Asamblea de la ONU; ni Cristina hizo comentarios sobre los lazos que pretende establecer con el Estado de Israel la tercera en su línea sucesoria. Quizás se trate sólo de un gobierno pluralista, en el que conviven opiniones diversas. O quizás se trate de las contradicciones propias de una forma de gobernar declarativa, basada en discursos progresistas pero que a la hora de rellenar de acciones concretas el relato, suele virar hacia el lado opuesto al que declara. El tiempo lo dirá.