ENLACE JUDÍO

Tengo mucho tiempo esperando mi turno para encontrarme contigo, y ya se acerca el  momento. Aunque falta poco para que llegue, aún no existo. Tú me vas a crear. Me darás vida con tus proyectos, tus pensamientos, tus palabras, tus sentimientos, pero sobre todo con tus acciones.

Me llamo 2012, aunque todos me conocen con el  poco original nombre de “el año que entra”.

Hasta hoy, no tengo forma. No soy un año increíble, pero tampoco horrible. No soy brillante ni opaco…

¿Cómo quieres que sea?

Pronto usarás esa agenda que lleva mi nombre y, como lleva mi nombre, tengo derecho a exigirte algo. Deseo que me concedas un privilegio. Sólo uno. Quiero que me hagas EL MEJOR AÑO DE TU VIDA.

A ver, ¿cuál de tus otros años  te había pedido esto? Te apuesto que NINGUNO. Yo sí vengo y me planto con mis cuatro números frente a ti, porque quiero ser el año en que te atrevas a hacer mas cosas, el año en que pienses y actúes más en grande, en que compartas tus talentos y capacidades con mayor generosidad, el año en que tu mente, corazón y cuerpo produzcan mejores cosas, en una forma honesta, para tu beneficio y el de los que te rodean. El año en que más cariño y atención brindes a los tuyos.

Hoy, me uno a las celebraciones para despedir a 2011. Ya se va. Sus altas y bajas se van con él. Ahora me toca a mí. ¡Por favor! Disfrútame, úsame al máximo, lléname de experiencias, diviértete mientras estamos juntos. Quiero irme con el siguiente diciembre agotado, pero lleno de cosas buenas y con el privilegio de haber sido el mejor de todos. Habré logrado mi propósito: viviré para siempre en ti, porque no podrás olvidar lo increíble que fue nuestro tiempo juntos.

Al terminar las campanas que anuncian mi llegada, acuérdate de mí, respira profundo y… ¡adelante!.

Feliz año 2012 para todos .