EUROPA PRESS/ HAARETZ (fragmentos)

Hoy, un informe israelí niega que agentes del Mossad –la agencia de Inteligencia israelí– se hicieran pasar por espías de la CIA para reclutar a miembros del grupo terrorista paquistaní Jundallah para llevar a cabo asesinatos y ataques contra el Gobierno de Irán, según informara la revista ‘Foreign Policy’, que cita varios memorandos de la agencia estadounidense fechados en 2007 y 2008.

De hecho, han calificado la noticia como un “disparate”.

El periodista Mark Perry (de Foreign Policy) ha informado de que la operación del Mossad fue llevada a cabo entre esos dos años a espaldas del Gobierno estadounidense, lo que provocó la ira del entonces presidente del país norteamericano, George W. Bush. Perry ha citado a una serie de funcionarios de Inteligencia de Estados Unidos y ha subrayado que los agentes del Mossad usaron dólares y pasaportes estadounidenses para hacerse pasar como espías de la CIA y conseguir el reclutamiento de los terroristas.

Jundallah es una organización extremista suní que ha llevado a cabo varios ataques contra Irán y ha asesinado a varios miembros del Gobierno del país persa. Según estas informaciones, los procesos de reclutamiento tuvieron lugar mayoritariamente en Londres. “Es increíble que los israelíes pensaran que podrían seguir con ello”, ha dicho un funcionario de Inteligencia citado por la revista. “Sus actividades de reclutamiento se realizaban prácticamente a campo abierto. Aparentemente no les importaba en absoluto lo que pensáramos”, ha agregado.

Según un funcionario que está actualmente trabajando en la Inteligencia estadounidense, cuando Bush fue informado de esto “estaba que se subía por las paredes”. “El informe provocó la preocupación de la Casa Blanca por el posible riesgo en que podrían haber sido puestos ciudadanos estadounidenses por el programa israelí”, ha apuntado esta fuente.

“No hay duda de que Estados Unidos ha cooperado con Israel en operaciones de Inteligencia contra iraníes, pero esto era diferente. No importa lo que se piense, no estamos en el negocio de asesinar a políticos o civiles iraníes”, ha manifestado. Asimismo, ha agregado que la Administración Bush siguió lidiando con el asunto hasta el término de su legislatura y ha recalcado que la operación israelí puso en peligro la frágil relación del Gobierno de Estados Unidos con Pakistán, que estaba siendo sometido a mucha presión por parte de Irán para que acabara con Jundullah.

Según esta fuente, pese a que un alto cargo del Gobierno apostó por “quitarse los guantes” con Israel, finalmente Washington no hizo nada. “Al final era más fácil no hacer nada que, ya sabes, hundir el barco”, ha argumentado.