“En vísperas del 65 aniversario de la liberación de Auschwitz, el museo israelí Yad Vashem, en memoria de las víctimas del genocidio judío, exhibe los planos del campo de concentración en la Polonia ocupada por los nazis, que se ha convertido en un símbolo del genocidio nazi de la judería europea. Es la primera vez que los planos serán exhibidos a un público numeroso. Auschwitz fue el más grande de los campamentos nazis donde millones de judíos y otras minorías fueron sometidos a trabajos forzados y asesinados”
La primera ministra de Alemania, Angela Merkel le entregó al primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu una copia original de los planos del campo de concentración de Auschwitz que se encuentran en custodia de Yad Vashem.

DANIEL FAINSTEIN, RECTOR DE LA UNIVERSIDAD HEBRAICA DE MÉXICO, EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Conmemoramos un vacío que derrota la piedra y cuestiona la sangre
Rememoramos los gritos y su eco asfixiado en el silencio de la noche
No hay consuelo entre las montañas de ceniza
No hay clamor que suavice las fuentes del dolor
No hay espacio para contener tanta agonía
¿Se puede conmemorar el vacío?
¿Se puede recuperar el sol?

Estamos solos con nuestras memorias
Agobiados por su lenguaje tan personal
Y las fotos que nos recuerdan
las presencias de un mundo devastado

No es incalculable el discurso del odio:
Sus restos nos interpelan desde la ausencia
Sus planos son precisos y eficientes

La geografía del dolor existe:
Las vías férreas no temblaban
Su transporte era inexorable como la nieve, como la sangre
como el aroma descompuesto de vidas destrozadas

El horror no ocurrió; fue planeado
Los planos conducen a la muerte, con tintas de colores
y firmas de arquitectos
La precisión es doblemente fatal: en su diseño y en su realización
La noche, helada y silenciosa, testificó la seriedad del propósito

¿Profanarán la tierra de Jerusalem esos planos inmundos
O seremos interpelados por la arquitectura del odio?
¿Qué gestos nos devuelve la mirada?

Conmemoramos un vació que derrota la piedra y cuestiona la sangre
¿Nos darán los muertos el salvoconducto postergado,
convertido en memoria?
¿Aprobarán silenciosamente nuestros proyectos?