PETER KATZ
EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Una fecha se vuelve importante cuando las acciones que genera son importantes para un grupo representativo de personas. Este es el caso de la fecha designada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2005.

No importa el tiempo transcurrido desde el terrible Holocausto. Lo importante es que la decisión fue puesta a votación por mayoría en la Cámara del Mundo. El mundo decidió que anualmente se debía recordar a las victimas.

Esto en sí es una señal muy importante, que nos dice que la gente no olvida y está consciente de que faltaba esta fecha en el calendario de los acontecimientos de importancia mundial.

Para nosotros esta fecha es una fecha civil de reconocimiento al sufrimiento del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial, ya que tenemos desde 1953 el Yom HaShoa, instaurado en Israel, que ahora es prácticamente de la liturgia judía.

Les puedo informar que a partir de aquel año de 2005, va en incremento con el pasar del tiempo, las manifestaciones solemnes, respetuosas y de gran contenido histórico, que se efectúan alrededor del mundo.

La peregrinación y la manifestación inicial fue en Polonia, cuando se juntaron en Cracovia Presidentes y Cabezas Coronadas de los países Europeos que estuvieron ocupados por los Alemanes, durante la Segunda Guerra Mundial, para trasladarse a Auschwitz- Birkenau y rendir un homenaje a los que perecieron allí entre 1939 y 1945. Esto nunca había sucedido antes.

En México cada año se incrementa el número de conmemoraciones, desde días antes de la fecha, hasta días después.

Este año hubo una sesión solemne en la Cámara de los Senadores, con la presencia de invitados como el Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México, de la Presidenta del Museo de Memoria y Tolerancia de la ciudad y de la Presidenta de Yad Vashem, acompañados de un nutrido contingente de la Comunidad.
En varias escuelas judías de la Red se llevaron a cabo los solemnes eventos para marcar este día. Con la novedad, desde el año pasado de que siempre se va a invitar a una escuela no- judía del rumbo a este acto.

Estuve presente en el Colegio Hebreo Maguen David, en el que los invitados fueron los alumnos de preparatoria del colegio Tomas Moro, quiénes vinieron acompañados de sus maestros y habían preparado un programa artístico, adecuado a la fecha, que presentaron.

Desde luego hubo actos similares en el Colegio Israelita- ORT, la Yavne, Tarbut, Beth Hayeladim. No quiero que se me olvide alguna escuela de la Red y si así fuera, les pido una disculpa.

Todas estas manifestaciones han ido en aumento. También en escuelas no-judías. El jueves 2 de Febrero estamos invitados, varios sobrevivientes a un evento similar que se va a conmemorar en el Liceo Franco Mexicano. Una escuela de alto nivel en la que estudian muchos de los hijos del cuerpo diplomático. Ya reportaré sobre el particular.

Básicamente lo que hacemos los sobrevivientes, con nuestra presencia es presentar un testimonio. Para los asistentes es muy importante oír eso de alguna persona todavía viva.

Les comentamos nuestras experiencias. Les contamos abiertamente nuestras fallas humanas. Es mucho lo que podemos contarles sobre el Holocausto, pero lo mas importante es el contacto nuestro con el auditorio. Se ve en las caras de los jóvenes.

Les decimos abiertamente, a nuestra audiencia como ya hemos dicho, compuesta de jóvenes que tienen toda una vida por delante, que aunque hemos dicho muchas veces “Nunca Jamás”, no hay ninguna garantía de que otros genocidios se vuelvan a producir, básicamente por la intolerancia del ser humano.

Esto quiere decir que hay que ser vigilantes. Hay que contar y volver a contar lo que pasa cuando no hay tolerancia. Este es el única forma de prevenir que se repita.

No hacemos eso para infundir miedo o inseguridad en los jóvenes, sino para que estén conscientes de lo importante que es querer al ser humano como tal, tolerando las diferencias que existen.