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El Ejército sirio reanudó este martes los bombardeos contra la ciudad de Homs, uno de los principales bastiones de la oposición, donde el lunes murieron más de 90 personas, según los grupos opositores. Estos precisaron que el Ejército ataca con artillería el barrio de Bab Amro, uno de los más afectados durante el bombardeo, donde muchos edificios han resultado dañados.

Desde primera hora de la mañana, alrededor de 500 proyectiles impactaron en ese barrio contra casas, mezquitas y áreas donde los ciudadanos suelen manifestarse. Incluso el hospital Al Maidani, el único centro sanitario de la zona, también ha sido objeto de los bombardeos, que han causado un número indeterminado de víctimas entre su personal. Además, no hay material médico ni medicinas para atender a los heridos, y los alimentos escasean.

LAS AUTORIDADES RUSAS EN DAMASCO

Estos sucesos tienen lugar mientras el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, visita este martes Damasco para reunirse con el presidente sirio Bashar Asad después del veto de su país y de China el sábado pasado a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que apoyaba el plan de transición de la Liga Árabe. Esa hoja de ruta estipulaba que Asad traspase sus poderes al vicepresidente y se forme un Gobierno de unidad nacional.

La delegación se desplazó a la capital siria por orden del presidente ruso, Dmitri Medvédev, con el objetivo de buscar una salida a la crisis que vive el país árabe, desgarrado por el enfrentamiento violento entre el régimen de Asad y la oposición. Según las agencias rusas, los enviados del jefe de Estado ruso entregarán una carta al presidente sirio.

EL RÉGIMEN SIRIO CONTRA LOS GRUPOS TERRORISTAS ARMADOS

El régimen sirio no oculta, entretanto, su determinación a perseguir a los “grupos terroristas armados” que operan en Homs. El Ministerio de Interior de Damasco insistió en que continuará su ofensiva “hasta recuperar la seguridad y la estabilidad en la ciudad”, indicó un comunicado difundido por la agencia oficial Sana.

Según el régimen, 6 miembros de las fuerzas de seguridad murieron este martes en los enfrentamientos y otros 11 resultaron heridos, mientras que decenas de “terroristas” perdieron la vida en los ataques. Frente a las denuncias de la oposición, que asegura que el hostigamiento sobre la población civil es sistemático y arbitrario, Interior dijo que las autoridades han puesto en práctica “la máxima contención” y han ofrecido a los insurgentes oportunidades para “volver al camino de lo correcto”.

Asimismo, el régimen sirio acusó a los rebeldes de poseer un gran arsenal, con bombas de fabricación israelí incluidas, artillería antiaérea, rifles automáticos y munición.

PREOCUPACIÓN DE LA ONU Y UNICEF

Desde que comenzó la revuelta contra el régimen, más de 5.000 personas han perdido la vida por la represión gubernamental, según datos de la ONU, aunque los opositores señalan que las víctimas mortales superan las 7.000.

A todo ello, Unicef ha denunciado un incremento de la violencia contra los niños en Siria, donde “cientos” de ellos han muerto y han resultado heridos, y donde son víctimas de “arrestos arbitrarios, torturas y abusos sexuales” en centros de detención. “Casi 11 meses de violencia en Siria han matado y han herido a cientos de niños”, manifestó en rueda de prensa la portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Marixie Mercado.