LA GACETA

Mientras la población civil siria se despierta todos los días con incesantes bombardeos y el sonido de los tanques del Ejército sirio, la comunidad internacional sólo acomete sanciones diplomáticas y económicas. ¿Qué elementos explican las diferentes decisiones tomadas por la OTAN y sus aliados árabes en el caso sirio?

En medio de la creciente indignación por la masacre incesante del gobierno de Bachar el Asad se cuestiona la efectividad de la comunidad internacional para que el peso diplomático y militar caiga sobre los regímenes autoritarios.

Después del episodio reciente de la intervención internacional en Libia que acabó con el sátrapa de Gadafi con un tiro en la cabeza a mano de los rebeldes, es inevitable comparar ambos conflictos. ¿Porque la comunidad internacional no ha actuado con Siria con la misma determinación que lo hizo con Libia?

El veto de Rusia y China a la resolución de la ONU que pedía “un cambio de régimen” en Damasco evidencia la división de la comunidad internacional. Hasta ahora, la respuesta a la violencia en Siria ha sido limitada. Tan sólo se ha acometido la censura diplomática, como el cierre de la embajada de EE UU en Damasco y la retirada de los embajadores de cuatro países europeos y seis del Golfo Pérsico ante el deterioro de la seguridad en Siria. Además, la Liga Árabe y la Unión Europea han impuesto una serie de sanciones económicas, pero apenas han conseguido minar las arcas del régimen sirio, puesto que no es un país que dependa del comercio internacional para su supervivencia.

Aunque siempre se arguye el motivo del petróleo, no es en este caso el argumento de peso. Los elementos que explican las diferentes decisiones tomadas por la OTAN y sus aliados árabes en el caso sirio son principalmente de tipo geoestratégicos, militares y políticos.
Geoestrategia. Siria está situada en medio del polvorín que representa Medio Oriente. Es vecino de Israel (el mayor aliado de EE UU en Oriente Medio), de Irán (enemigo número uno de Washington y un poderoso aliado de Siria, por lo tanto de Hizbolá y Hamás), de Irak (un país aún por democratizar tras la retirada de las tropas norteamericanas), de Libano (un inestable aliado de Damasco), y de Turquía (miembro de la OTAN). Sin embargo, Libia tiene de un lado a Egipto y del otro Túnez, las dos primeras piezas del dominó de la

Primavera árabe.

Por lo tanto, teniendo en cuenta la ubicación geográfica de Siria un ataque sobre las fuerzas de Asad podría desencadenar la respuesta de Teherán y de los grupos islamistas Hizbulá (Líbano) y Hamas (en la Franja de Gaza).

Militares. Siria es militarmente más fuerte que Libia. Damasco cuenta con una de las Fuerzas Armadas más numerosas y mejor entrenadas de la región. Además, a esto se suma que cuenta con armas químicas y biológicas.

Por su parte, la mayoría de los objetivos del régimen libio estaban cerca de la costa mediterránea y con fácil acceso a las bases aéreas de la OTAN en Italia. Pocos de los vecinos de Siria probablemente permitirían que su territorio sea utilizado para suministros y unidades militares. Ni siquiera Turquía, que cuenta con bases militares de Incirlik y Diyarbakir, cerca de la frontera, por lo que podrían servir como puntos de parada en caso de una intervención. Pero Ankara es consciente de que una guerra en Siria provocaría una avalancha de refugiados en territiorio turco y represalías por parte del grupo terrorista kurdo PKK, activo en Turquía.

Políticos. En Libia los rebeldes se aglutinaron en el Consejo Nacional de Transición para combatir a las fuerzas leales a Gadafi y antes de la intervención militar los aliados de la OTAN les aceptaron como interlocutores válidos en el conflicto. Sin embargo, en el caso sirio la oposición está más dividida. Mientras los rebeldes libios en apenas un mes consiguieron controlar importantes bastiones como Bengasi y Tobruk, después de once meses de protestas, los avances de las fuerzas opositoras sirias son mínimos debido a la falta de una estrategia planeada.

La oposición siria está compuesta por islamistas, laicos, opositores en el exilio y resistentes en el interior del país que comparten el objetivo de derrocar a Asad, pero difieren en cuestiones fundamentales como los métodos para lograrlo, quién debe liderar la lucha o si aceptar la intervención extranjera.

Desertores del Ejército sirio anunciaron el lunes la formación de un consejo militar El organismo, llamado Alto Consejo Revolucionario y diseñado para sustituir al Ejército Libre Sirio, dijo que su jefe era el general Mustafa Ahmed al-Sheikh, el desertor de más alto rango que había huido a Turquía.

Asimismo, otro motivo que condiciona la intervención en Siria es su topografía. Libia es una desierto plano y la mayoría de los combates tuvieron lugar a lo largo de la estrecha franja costera. La geografía de Siria es más abrupta, gran parte de su frontera norte con Turquía y Líbano es montañosa, con pocas carreteras principales.