PETER KATZ
EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Durante la última semana del pasado mes de Enero, nos llamaron del Liceo Franco Mexicano de excelente nivel y con 3 mil alumnos, en la calle de Homero, Polanco; una excelente y gran escuela, para pedir que fuéramos Bedrich Steiner y un servidor a dar un testimonio de nuestras vivencias con motivo del día 27 de Enero, Día Internacional para Recordar las Víctimas del Holocausto. Esto se hace anualmente por en forma anual por ordenanza de la Asamblea General de las Naciones Unidas a partir del año 2005.

Fue una gran satisfacción ver que un Colegio particular no judío quería marcar este día, para sus alumnos de preparatoria. Qué mejor que presentar a dos sobrevivientes cuyas vivencias seguramente les interesarían a los alumnos.

Mi compañero y yo llegamos emocionados y conscientes de lo que podría ser un primer encuentro con jóvenes entre 17 y 20 años, estudiosos y conocedores de la historia, pero que aparentemente nunca habían hablado directamente con sobrevivientes.

Esta diferencia es importante y es la razón por la que, durante todo el año, damos testimonios, exponemos experiencias vividas durante este tiempo, contándolas en forma sencilla, para que sean comprensibles para nuestra audiencia.

La maestra Delphine Chauvin nos introdujo a un grupo de 80 alumnos, quienes ya estaban sentados en sillas distribuidas en forma de abanico y nosotros en una pequeña mesa frente a ellos.

Anteriormente nos recibió en su oficina la Directora de la Escuela, que atrae a muchos hijos de diplomáticos en nuestro país.

Sin más preámbulo empezamos a hablar Bedrich Steiner y yo, desde ángulos muy diferentes. El habló de la vida en los Campos de Concentración y yo hablé de la suerte que tuve de poder salir de mi ciudad natal, Viena, ya ocupada por los alemanes, en un transporte de niños, Kindertransport en 1938.

Hubo muchas y muy interesantes preguntas de los asistentes. Tratamos de contestarlas con detalle y dejándolas en un formato fácilmente comprensible.
Estas oportunidades, de ser invitados a una escuela no judía es de suma importancia y siempre tiene prioridad para asistir y dar testimonios.

Hemos podido notar que a partir de la intervención de las Naciones Unidas en 2005, que trajo además la mayor y definitiva participación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, de la que hemos recibido un gran apoyo y eventualmente los grupos de Iglesias Evangelistas, pero también de otras denominaciones Cristianas, los eventos se han multiplicado y sentimos que hemos podido aprovechar estas oportunidades para esclarecer lo que le paso al pueblo judío entre 1933 y 1945.

Siempre buscamos la oportunidad de hablar con jóvenes no judíos. Lo consideramos más importante, precisamente por el gran desconocimiento que existe en nuestro planeta sobre los terribles acontecimientos, que sucedieron durante la Segunda Guerra Mundial.

Fue una nueva oportunidad, totalmente inesperada, conocimos a valiosas personas llenas de buena voluntad y de amor hacia nosotros.

A los docentes, muchas gracias por invitarnos.