LA RAZÓN .ES

El trasfondo de esta situación de amenazas y respuestas de tono subido es el intento de Occidente –con Estados Unidos, la Unión Europea e Israel al frente– de frenar el programa nuclear de la República Islámica de Irán, que contrariamente a lo alegado por Teherán, parece estar dirigido al desarrollo de armas atómicas y no sólo de la producción de energía. En el marco de los intentos para lograrlo sin recurrir a un operativo militar –con el que amenaza Israel–, se ha resuelto estrechar las sanciones contra Irán, pero de Teherán no hay, por ahora, indicios de que dé su brazo a torcer.

Dado que no ha desaparecido la opción militar y la amenaza de un ataque israelí a las instalaciones nucleares iraníes –a pesar de la insistencia de Estados Unidos y Europa en la necesidad de dar más tiempo para que las sanciones surtan efecto y paralicen el programa nuclear de Irán–, el régimen de los ayatolás toma medidas para protegerlas.

Ayer comenzó una maniobra de defensa aérea, que durará cuatro días. Las maniobras militares, que tienen lugar en la base aérea de Jatam al Anbiya, tienen como objetivo reforzar la red integrada de defensa aérea del país y modernizar sus tácticas, según un comunicado oficial. Asimismo, con estas maniobras se busca incrementar la preparación de Irán ante un eventual ataque contra zonas densamente pobladas, centros sensibles e instalaciones nucleares como la de Busher, así como incrementar la movilidad y la rapidez de respuesta de las fuerzas iraníes ante una guerra asimétrica y mejorar la coordinación entre los distintos cuerpos de seguridad. En ellas se ensayarán sistemas de misiles iraníes, sistemas de artillería antiaérea, sistemas de radares y los aviones de vigilancia de la Fuerza Aérea.

Al intensificarse los esfuerzos norteamericanos para garantizar que Israel no le sorprenda con un ataque a Irán que por ahora Washington considera prematuro, se publica en el periódico «The New York Times» un informe que cita funcionarios de defensa y seguridad de la Administración Obama, según los cuales para atacar al programa nuclear de Irán Israel necesitaría un despliegue ambicioso y complejo.

El informe estima que Israel precisaría al menos cien aviones que vuelen más de mil millas en espacios aéreos de países enemigos, lo cual complicaría sobremanera su posibilidad de recargar combustible.Cabe recordar que en junio de 1981, Israel atacó el reactor nuclear Osirak iraquí en Bagdad, pero la gran diferencia es no sólo la sorpresa que al parecer ya no sería la misma que en aquel caso, sino más que nada el hecho de que las instalaciones nucleares iraníes están dispersas por todo el país, muchas de ellas con alto grado de protección e inclusive bajo tierra, lo cual complicaría en gran medida el éxito del operativo.

Mientras tanto, en el plano interno, los iraníes tienen también otras preocupaciones que nada tienen que ver con el tema nuclear. El régimen de los ayatolás volvió a bloquear ayer las redes sociales por internet, tan sólo una semana después que el acceso a los sistemas de correo electrónico y las redes fuera alterado. Si bien la censura es una práctica de las autoridades iraníes desde la instauración misma del sistema islámico, la agudización de las prohibiciones cobra un significado especial en este momento, al acercarse las elecciones parlamentarias. Al parecer, según expertos iraníes en comunicaciones, esta vez los bloqueos son más duros que los ya experimentados antes por la población.

Por su parte, el comandante de los Guardianes de la Revolución, el general Mohamad Ali Jafari, advirtió ayer de que cualquier país que se decida a atacar a Irán será responsable de la inseguridad en el estrecho de Ormuz. «Irán está salvaguardando la seguridad del estrecho de Ormuz y la responsabilidad de perturbar esta seguridad recae en los países invasores», aseveró en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.