DR. DANIEL FAINSTEIN/UNIVERSIDAD HEBRAICA

La calidad educativa es un tema esencial en la agenda de cada familia, cada comunidad, cada país. La reciente proyección de la película “De Panzazo” vuelve a poner el tema en el centro de la opinión pública.

A la luz de las discusiones actuales sobre este tema me parece pertinente compartir las conclusiones elaboradas por educadores y patronatos, a través del Vaad Hajinuj, la Universidad Hebraica y la Agencia Judía para Israel a partir del seminario internacional Calidad educativa, valores y liderazgo celebrado hace dos años, en el 2010.

Con base en las presentaciones, discusiones y análisis realizados a lo largo del seminario, así como de la rica experiencia de trabajo de quienes que forman parte de la Red de Colegios de la Comunidad Judía de México, los dirigentes voluntarios y profesionales de los colegios acordaron establecer a través del siguiente documento un marco de referencia para promover la calidad en el quehacer educativo de nuestras instituciones.

“Durante el Seminario se definió que la calidad educativa, en términos generales, significa contar con las instituciones y el liderazgo educativo que garanticen aprendizajes significativos, una formación ética basada en valores judíos y universales, y logros académicos por encima de la media para la gran mayoría de nuestros alumnos.

Lo que sigue son algunos de los elementos fundamentales que se debe tomar en cuenta para garantizar la calidad en nuestras instituciones.

1.Procesos de enseñanza-aprendizaje, corazón del quehacer de nuestros colegios

Una de las claves de la calidad educativa está centrada en lo que sucede en el núcleo de la escuela: los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Por lo tanto, la interacción alumno/maestro/contenido debe ser el foco central de los esfuerzos para mejorar la calidad.

Éste debe ser un punto de referencia en todas las acciones y políticas de la escuela; desde el establecimiento de prioridades, la definición del presupuesto, la adjudicación de recursos, el desarrollo de las facilidades físicas, etc.

2.Las competencias de aprender a aprender
La nueva misión de los colegios en el siglo XXI incluye mucho más que proveer habilidades básicas. Consiste en brindarles a los alumnos las competencias para ser aprendices a lo largo de toda su vida, desarrollar su capacidad de resolución de problemas, trabajo productivo en equipo, conocimiento del mundo circundante y adaptabilidad, respeto a la diversidad cultural y religiosa así como poder manejar confortablemente tecnologías, conflictos y perplejidad globales.

Para poder cumplir con estas expectativas se requieren currículo, una cultura escolar y un perfil docente adecuados, que permitan transformar la instrucción en los salones de clase, y potenciar la calidad de los aprendizajes.

3.El papel del liderazgo
Las investigaciones más recientes ponen de manifiesto el impacto del liderazgo en la calidad educativa.

En los Colegios, el liderazgo del Patronato y su equipo directivo son responsables de definir políticas y procesos de cambio que requieran las instituciones para alcanzar los niveles de calidad deseados.

Son 3 los ejes del impacto que produce un buen liderazgo :

a)Establecer una visión educativa con un claro curso de acción (hacia dónde nos dirigimos) que todos puedan entender, definir altas expectativas y recurrir a información que provea datos confiables de los resultados que se vayan logrando.
b)Desarrollar a su recurso humano, principalmente sus maestros. Asimismo, deberán ocuparse también de la formación de dirigentes de Patronatos actuales y futuros para que éstos tengan las competencias adecuadas y puedan encarar efectivamente su función.
c)Hacer que su organización funcione, concientizando a la comunidad educativa toda, sobre el significado de la calidad educativa y sus implicaciones.

4.El fortalecimiento de la comunidad educativa

La experiencia y la investigación internacional nos señalan que los logros escolares se incrementan significativamente cuando se da el trabajo conjunto entre la escuela, la familia y los alumnos.

Debemos pensar las mejores estrategias posibles para encarar el involucramiento y la participación activa de nuestros alumnos y de sus familias en el proceso educativo, generando una mayor coherencia, motivación y valoración de nuestros colegios.

Esta estrecha cooperación entre alumnos/hogar/colegio es particularmente significativa en los temas de formación en valores y hábitos de vida sana, que tanto preocupan a toda la comunidad.

Por otra parte debemos tomar en cuenta a los alumnos y sus necesidades e intereses diversos para comprometerlos como protagonistas y responsables de su propio aprendizaje, promoviendo la auto-regulación.

5.Hebreo
La enseñanza del idioma hebreo y sus componentes culturales, religiosos y nacionales como idioma de la tradición de Israel, constituye uno de los pilares de nuestros colegios.

Actualmente, los colegios de la red están conscientes de las carencias y limitaciones en esta área, tales como contar con suficientes maestros adecuadamente capacitados, de acuerdo a las diversas filosofías de los colegios.

Necesitamos repensar creativamente como red las mejores estrategias y prácticas que nos permitan potencializar la enseñanza del hebreo. Esto significa establecer metas claras y realistas, perfiles docentes adecuados, actualización y capacitación de los coordinadores, definir estándares de logro de los egresados, generar un uso efectivo de los diversos programas que se utilizan actualmente, entre otros.

6.Estudios judaicos relevantes
El encuentro sistemático y vivencial de los alumnos con las fuentes del judaísmo (desde el Tanaj, la literatura rabínica, el pensamiento judío de todas las generaciones hasta la actualidad) y con la historia de nuestro pueblo constituyen, junto al idioma hebreo, los ejes fundamentales para el desarrollo de una identidad judía integral.

Nuestra red refleja una gran diversidad de enfoques sobre estos temas, pero en todos los colegios las festividades, las conmemoraciones históricas, los principales acontecimientos históricos del pasado y del presente, la conexión con Medinat Israel y la experiencia sionista, los valores y las prácticas judías, son parte fundamental de su cultura cotidiana y su razón de ser.

Por lo tanto debemos aprender a apreciar y respetar la diversidad comunitaria, siendo fieles al camino que cada uno de nosotros se ha trazado.

El judaísmo como forma de vida y como visión de mundo, debe ser transmitido con pasión, entusiasmo y profesionalismo de acuerdo a las filosofías de cada colegio. Esto requiere, como en las demás áreas, contar con perfiles docentes adecuados, programas educativos apropiados y estrategias didácticas que nos permitan generar en los alumnos una identificación plena y fundamentada como judíos orgullosos de sus raíces y comprometidos con su presente.

7.Nuevos maestros de estudios judaicos
Una de las principales responsabilidades de un sistema educativo efectivo consiste en la formación de nuevas generaciones de educadores altamente calificados, que garanticen la continuidad del mismo.

Necesitamos despertar la pasión y el amor por la educación judía como una profesión noble, creativa y desafiante, reconocida social y económicamente, para que sea una alternativa laboral atractiva en nuestra comunidad.

Este esfuerzo por atraer, reclutar, formar y ayudar a su inserción efectiva y su retención en los colegios, es una responsabilidad de toda la comunidad educativa, incluyendo a los colegios, el Vaad Hajinuj, la Universidad Hebraica, las comunidades y los donadores.

8.Educación profesional
Para que una educación sea de calidad se requieren educadores altamente calificados, profesionales dinámicos y creativos, comprometidos con los logros de sus alumnos. Esto es posible a través de programas de desarrollo profesional.

Para avanzar en esta dirección es necesario:

•Desarrollar una cultura profesional que permita la educación continua del personal educativo en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

•Patronatos y equipos directivos que apoyen el desarrollo profesional de sus maestros como parte integral de su responsabilidad.

•Formar y promover líderes instruccionales (instructional leaders) que cuenten con las competencias requeridas para orientar, asesorar, modelar y supervisar a los maestros, promoviendo un aprendizaje serio que permee en los alumnos.

•Diseñar programas de desarrollo profesional efectivos que incrementen las competencias de los educadores, tanto en su dominio de la disciplina y asignatura que imparten, como en su pedagogía específica.

9.Instrumentos de medición y evaluación
La transformación educativa requiere de un sistema que apoye la mejora continua de los procesos de enseñanza-aprendizaje, en forma práctica y efectiva. La clave para esta transformación está en el uso inteligente de la información y los datos sobre la marcha de dichos procesos.

Contar con información y evidencias diversas sobres el avance de los procesos de instrucción, constituye un potente instrumento para contribuir a la mejora continua. Desarrollar sistemas de evaluación en nuestras instituciones a través de la creación y utilización de instrumentos efectivos de medición y evaluación, constituye un paso fundamental para avanzar hacia la calidad deseada.

10.El trabajo en red como clave
La experiencia internacional, así como numerosas investigaciones, apoyan la idea de que el trabajo colaborativo en red potencia y enriquece a cada una de las partes de un sistema educativo.

Respetando la historia y el perfil individual de cada Colegio y al mismo tiempo, estableciendo pautas y consensos en temas fundamentales como red, es posible hacer más efectivo el funcionamiento del sistema y potenciar a cada una de nuestras instituciones.

Sin duda, nuestros colegios cuentan con numerosas historias de éxito y buenas prácticas que al ser compartidas por toda la red promoverán el mejoramiento sistémico de nuestros colegios.”