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El pasado verano la Organización EFRAT lanzó una campaña que asombró a todos los medios de comunicación al distribuir más de 1.5 millones de Compact Disc a todos los hogares de Israel.

El Compact Disc contenía una película explicativa respecto al aborto y que exponía una serie de testimonios personales de mujeres que lamentaban profundamente haber abortado mientras relataban el enorme sufrimiento que el aborto les produce hasta el presente

El Compact Disc se distribuyó en un elegante estuche junto con un prospecto en el que explica las actividades que realiza la Organización EFRAT para prevenir abortos

La campaña estuvo apoyada con la emisión de anuncios radiofónicos. Asimismo, los anuncios de la campaña se pudieron ver en los autobuses, carteles exteriores y en un gran cartel en la Autovía Ayalon y en la Intersección Check Post de Haifa.

La difícil situación económica por la cual atraviesa el mundo se siente en nuestra Organización EFRAT, no sólo en la recepción de donativos, sino también en el significativo aumento de mujeres que lamentablemente deciden abortar debido a las mencionadas dificultades económicas.

No obstante el número de solicitudes que llegan a EFRAT debido a la crisis económica, va en aumento cada día; esta lamentable situación nos preocupa mucho, ya que nuestra responsabilidad es inmensa.

La Organización EFRAT promete a la mujer que decide abortar por motivos económicos, recibir ayuda al nacer su bebé. Este compromiso, debemos cumplirlo varios meses después con un soporte mensual durante el primer año; lo que significa que nos comprometemos basándonos solamente en la creencia y esperanza que recibiremos donaciones de personas generosas.

En los últimos años, las asistentes sociales se han convencido que la organización EFRAT ayuda significativamente a mujeres que decidieron no abortar.

En muchos casos, vieron a los niños salvados por EFRAT, niños que inclusive ellas mismas “autorizaron” su aborto y en la actualidad remiten a las futuras madres a nuestra Organización.

No podemos imaginarnos el grave dilema que supondría, Di-os s no lo permita, el tener que negarnos a ofrecer la ayuda que durante por más de 33 años hemos prometido a 44,000 mujeres, y de esa manera haber evitado la dolorosa pérdida de numerosas e inocentes vidas. En consecuencia la credibilidad de
las asistentes sociales podría perderse después de tanto esfuerzo durante muchos años.

Nuestros antepasados en Egipto se multiplicaron a pesar de la esclavitud; es nuestro deber seguir salvando vidas inocentes, y en la actualidad más que antes por las razones expuestas y por el futuro del Estado de Israel que depende de nuestros hijos.

Las asistentes sociales deben seguir contando y confiando en todos nosotros.

Salvemos vidas Judías ¡Contamos con usted¡