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El Tribunal Supremo alemán ordenó el pasado 16 de marzo al Museo Histórico de Berlín devolver a los herederos de un médico judío una colección de carteles y afiches que fue confiscada por el ministerio de Propaganda del dirigente nazi Josepg Goebbels en 1938, valorada actualmente en más de 4 millones de euros.

El Tribunal Federal Supremo decidió hoy que los Sachs siguen siendo los propietarios legítimos de las obras pese a que la familia del dentista alemán Hans Sachs recibió en 1961 una indemnización del Estado alemán de unos 225.000 euros como reparación por la perdida de la colección, que en aquel año se daba por desaparecida.

El pionero del coleccionismo de carteles y afiches Hans Sachs reunió hace ya un siglo una amplia colección de mas de 12.000 piezas que abarcaban desde el modernismo, al expresionismo, pasando por el constructivismo y el art decó.

La amplia colección, considerada una de las mayores y valiosas del mundo, cuenta con obras de artistas como Wassily Kandisnky, Otto Dix, Käthe Kollwitz, Max Pechstein o Henry van de Velde, entre otros muchos.

Lo que pasó en realidad

El dentista Sachs y su familia fueron detenidos en la Noche de los Cristales Rotos de 1938, cuando los nazis incendiaron gran parte de las sinagogas en Alemania y asaltaron de manera sistemática los comercios de los ciudadanos judíos.

Tras comprar su libertad, Sachs y los suyos pudieron huir a estados Unidos, no sin antes dejar la colección de carteles y afiches en manos del banquero amigo Richard Lenz para su custodia, aunque poco después fue confiscada por los nazis.

Tras la II Guerra Mundial se perdió la pista de la colección, hasta que a mediados de los años 60 del siglo pasado, una parte de la misma apareció en un sótano de Berlín Oriental. Las autoridades comunistas de la República Democrática Alemana ordenaron entonces que la colección pasara a integrarse en los fondos del Museo Histórico Alemán de Berlín que se ubica en la céntrica avenida Unter den Linden.

Batalla legal

El Supremo alemán valoró cada uno de los pasos conocidos de la cronología de la colección y señaló que el banquero no la compró y no era su propietario, mientras la incautación por parte del ministerio de Propaganda nazi ya fue declarada nula por los tribunales al comienzo de la posguerra.

Los jueces se remitieron por ello al ordenamiento para la devolución de propiedades incautadas de las Fuerzas Aliadas de 1949 y la actual legislación alemana para ordenar la devolución a sus propietarios los 4.200 carteles que forman actualmente la colección “para que no se perpetúe la injusticia nazi”.

El heredero del dentista, Peter Sachs, que vive en Estados Unidos, logra así el triunfo en una batalla que había iniciado en 2005 para conseguir recuperar el patrimonio familiar. Sus abogados señalaron, tras conocer la sentencia, que desea buscar ahora un marco adecuado parahacer que la valiosa colección llegue a ser accesible al público.