AGENCIA JUDÍA DE NOTICIAS

Las autoridades de Polonia se mostraron preocupadas por el crecimiento de los grupos neonazis como así también el avance del antisemitismo entre los ciudadanos comunes.

En uno de los últimos hechos, los nazis polacos destruyeron el cementerio judío de la localidad de Wysokie Mazowieckie, situada cerca de Bialystok, en el este de Polonia.

La Fundación para la Preservación del Patrimonio Judío de Polonia precisó que en el ataque profanaron las tumbas, dibujaron cruces ganadas y escribieron eslóganes antisemitas como “Aquí estamos en Polonia y no en Israel”.

Anteriormente, los grupos violentos profanaron el cementerio de Powazki, en Varsovia, donde atacaron la tumba de Ozjasz Szechter y Stefan Michnik, los padres del prestigioso periodista de Gazeta Wyborcza Adam Michnik, un intelectual que se opuso al régimen comunista y lideró con activistas como Jacek Kuron y Karol Modzelewski el sector de centroizquierda y laico del sindicato Solidaridad.

De acuerdo a lo informado por la prensa local es la tercera vez en seis años que la tumba de los padres de Michnik es profanada.

Gazeta Wyborcza, que es el principal diario de Polonia, también fue blanco de distintos ataques porque en su redacción trabajan varios periodistas de origen judío.

En 2011, los grupos racistas de la extrema derecha polaca atacaron varias sinagogas y monumentos judíos, un centro cultural musulmán y símbolos callejeros de la minoría lituana en Polonia.

El antisemitismo, que provocó estragos en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, sigue muy presente en el país, a pesar de los esfuerzos por poner fin a este flagelo.

De acuerdo a datos difundidos por la Liga Anti-Difamación, casi la mitad de la población polaca -el 48 por ciento- expresa posturas antisemitas, y desde 2009 este sentimiento se incrementó.