ENRIQUE RIVERA PARA ENLACE JUDÍO

Una amapola entre Cactus es el título de un libro que encierra una voz, un testimonio que viene a sumarse a los miles que de unas décadas a la fecha han ido surgiendo para tratar sino de esclarecer, sí de dar testimonio de un capítulo aciago, cruel, irracional, doloroso, humillante, aterrador … el Holocausto perpetrado por los nazis, cuyos resultados más tangibles son el que la población judía en la actualidad no pueda llegar a los niveles que antes de la 2da Guerra Mundial tenía: 18 millones de personas, en nuestros días, dependiendo a quien se le pregunté, estaremos entre 13 ó 14 millones de judíos.

El caso es que una mujer, Szura Pupko, narró a su nieta política, Batia Cohen, su historia de vida. La cual comenzó en 1914, cuando la Primera Guerra Mundial ya había estallado. Más tarde otra guerra le esperaría, cuando los nazis llegaron al poder y desataron la segunda conflagración mundial. Pero, la situación en que Szura se encontraría sería diferente.

El libro presentado días atrás, por intelectuales de la talla de Silvia Cherem, José Gordon, Esther Shabot y José Woldenberg, al que hay que sumar a Francisco Martín Moreno, quien le solicitó a Silvia Cherem que leyera sus apuntes ya que no podría estar presente, permitió a los asistentes tomar una dimensión distinta de la vida de Szura y su familia, quienes después de haber tenido una vida de holgura, siendo propietarios de una cervecería en Lituania, se ven obligados a trabajar en ella como empleados. Para después ser embarcados por tren a un campo de concentración. Ahí, durante la travesía, es donde se revela el espíritu de libertad, de voluntad por vivir y la familia llega a una decisión, arriesgada, pero con una posibilidad de vida. Saltar de un tren en marcha.

enlacejudio.wpengine.com tuvo la oportunidad de entrevistar en exclusiva a la autora, quien nos reveló las razones del nombre: “La amapola crece silvestre en los campos de Lituania y el Cactus, es muy emblemático de México”. Sin embargo, hay mucho que decir de esta obra que seguramente con su lectura, se irán atando cabos, imágenes, recuerdos, vivencias, personas y situaciones de un mundo que poco a poco va se va quedando sin la presencia física de quienes fueron testigos y, muchas veces, víctimas de la barbarie nazi. Szura, no llegó a estar presente en la presentación de esta obra, pues falleció alrededor de un año atrás.