ELENA ACHAR SAMRA PARA ENLACE JUDÍO

Para analizar el debate debemos de dividir el análisis en tres etapas: el pre debate, el debate, y el posdebate.

El predebate se vio inmerso en la crítica al formato rígido decidido por los representantes de los partidos; además, se atacó a Ricardo Salinas Pliego por no querer transmitir el debate en lugar del fútbol. Las dos discusiones fueron superadas. La primera se superó en el debate, ya que el mismo se percibió dinámico entre propuestas y ataques. La segunda cuando se mostró el rating de audiencia del debate, el cual superó el del fútbol del canal 13.

En el debate, cada candidato tenía distintos objetivos: Peña debía mantenerse y salir lo menos dañado posible; lo cual logró al atacar a los dos candidatos y al defenderse. Quadri fue el ganador del debate y fue su gran plataforma para mantener el registro de su partido- absorbiendo a los indecisos y a los blandos de Josefina y AMLO.

Vázquez Mota y AMLO fueron a competir por el segundo lugar y utilizaron como principal estrategia el ataque a Peña Nieto.

AMLO llevaba diez años preparándose para el debate; sin embargo no se desempeñó con claridad: haber comparado la situación mexicana actual con la de los tiempos de Santa Ana fue poco práctico para la comprensión general. AMLO se confió y fue el peor valorado por los expertos. Josefina, aunque quedo “tablas” con Enrique Peña Nieto, desperdició la oportunidad de debatir con Peña cuando éste le ofreció ir a verificar el cumplimiento de sus compromisos.

El posdebate se enmarca en las siguientes variables: el pronunciamiento de los candidatos sobre lo “que quisieron decir”; la intención de voto del electorado, la cual se ha visto mínimamente modificada y las teorías de la conspiración sobre las “distracciones” en el debate, incluidos el escote del vestido de la edecán Julia Orayen.

Medir el triunfo o fracaso del debate es un tanto difícil, ya que esta medición se construye sobre las percepciones, producidas por otras percepciones; sin embargo podemos observar que en seis mediciones llevadas a cabo por distintos medios de información- todos con metodologías y alcances distintos-tres de ellas declaran a Quadri como el triunfador del debate; dos a López Obrador y una a Peña Nieto.

Lo que podemos concluír es que a partir de las fallas u observaciones del actual debate, las autoridades deben de preparar un próximo debate para el 10 de junio, el cual seguramente nos divertirá muchísimo y no modificará en lo absoluto las tendencias de intención del voto.

*Elena Achar es analista político, Maestra en Ciencia Política por la Universidad de Salamanca, España y actualmente se desempeña como Consultora en Asuntos Públicos y Cabildeo.