DANIEL POMERANTZ – TIMES OF ISRAEL

¿Piensa que no tiene “talento” para los idiomas? Eso es como estar sentado en el sofá comiendo patatas fritas todos los días, y luego quejarse de que no puede correr una maratón ya que no tiene tanto “talento” como ese tipo que entrena todas las mañanas.

Con respecto a los idiomas, como con la vida, se trata principalmente de estar ahí y practicar. Como una persona de habla inglesa en Israel, no es necesario aparecer y practicar: en Israel se puede subsistir perfectamente en esos pequeños espacios donde se vive en inglés durante toda la vida. No hay nada malo en ello si te conviene, pero si verdaderamente usted está listo para afrontar la aventura del hebreo, aquí están las 10 cosas de las que no le suelen hablar en las clases:

10.- Si usted es judío, entonces ya sabe más hebreo de lo que usted piensa. ¿Aún cree que no sabe nada? Apuesto a que conoce las palabras “Shabbat” y “Shalom”. Póngalas juntas y ya tiene una frase entera. Cada viernes por la tarde sonará como un profesional. Piensa en palabras y frases como “Mazal Tov” y “L’Chaim”, y tendremos el comienzo de un vocabulario real. A medida que continúe aprendiendo, otras palabras familiares desde la infancia se le abrirán camino en momentos sorprendentes, y eso le recordará que el hebreo no es solamente un idioma: es su idioma.

09.- Si no tienen miedo, entonces lo están haciendo mal. Es como andar en bicicleta: hay que seguir adelante y pedalear, incluso si considera que aún no está preparado. Seguro que alguna vez se caerá y se pelará la piel de las rodillas. Unas cuantas veces. Pero es la única manera de aprender. En el mundo real se trata de utilizar el hebreo tanto como sea posible, independientemente de que usted crea que su hebreo es bastante malo. Si de vez en cuando considera que su actitud es algo tonta, eso significa que está haciendo algo bien.

08.- Cuando salga a la calle pida el menú en hebreo. Al principio, mi objetivo era encontrar un artículo dentro del menú que pudiera entender, y eso es lo que pedía. Si yo no podía entender ningún artículo, me gustaba pedir algo que pudiera pronunciar. A veces acabé llevándome una sorpresa, pero ya nunca más me olvidé del nombre de ese plato en particular.

07.- Quédese dormido durante la noche escuchando la radio en hebreo. Recuerdo que es bueno dejar que el lenguaje entre en su cerebro sin la presión de tener que entenderlo. Parece que existe algo en el cerebro humano que encuentra un ritmo a todo ese galimatías y marca las diferencias. Con la llegada de las radios por Internet, esta opción está disponible para todos aquellos que viven en el extranjero.

06.- Mire la televisión. Mis amigos me sugirieron que viera los programas para niños porque el lenguaje sería bastante simple. Una buena idea en teoría, pero los programas infantiles no me llamaron la atención. Descubrí entonces que los reality shows televisivos eran aún más fáciles de comprender que los programas para niños. No estoy muy seguro de la buena salud de la televisión israelí, pero gracias a las versiones locales de Survivor, Big Brother y The Bachelor mis conocimientos del idioma hebreo han aumentado, así como probablemente haya descendido mi nivel cultural. Una vez más, en Internet también es accesible la televisión israelí y no importa en qué lugar del mundo vivas.

05.- Vayan al teatro. En un principio, un amigo me preguntó: “¿Crees que vas a entender algo?”, y le respondí alegremente: “Probablemente no”. La comprensión no tiene tanta importancia, estar ahí es lo que cuenta. Lo peor que puede suceder es que la cosa resulte un tanto aburrida, pero de vez en cuando cogerá una frase o dos, y entonces creerá que es una gran victoria personal. Además, usted necesitará mejorar su nivel cultural para contrarrestar la visión de los reality show.

04.- Haga yoga. Así escuchará las mismas frases en hebreo repetidas una y otra vez, mientras trata de realizar los mismos movimientos de los demás. Si usted sigue sin entender, siempre podrá echar un vistazo a la persona de al lado para saber qué hacer. Así es más o menos cómo me las arreglo en las clases de yoga, incluso cuando entiendo lo que me dicen, Usted aprenderá sobre partes de su cuerpo, sobre movimientos, y sobre gramática y conjugaciones, y todo ello sin lápiz ni papel. Y aún mejor: usted realmente lo recordará.

03.- Basta con mirar a su alrededor. El mundo es su aula. Lea carteles, titulares de periódicos, carteles en la calle. Hable con la gente, pregunte direcciones, de instrucciones, tenga un argumento. Siéntese en una cafetería, pida un café en hebreo, y luego disfrute de él mientras lee el periódico como un verdadero israelí.

Aunque lo mejor que puede hacer con un periódico es luchar con la pronunciación de las palabras, se lo prometo, eso marca la diferencia, Y nada más, usted se verá como muy israelí con su café y su periódico. Otra opción son los diarios israelíes en Internet, disponibles en cualquier parte del mundo.

02.- Consiga amigos en lengua hebrea. Para salir de esa pequeña y tentadora burbuja que representa el idioma inglés, visite a una familia de lengua hebrea para la cena de Shabbat, o salga con los amigos a beber algo. Incluso si usted a veces se queda fuera de la conversación, todas estas experiencias suman.

01.- Tome algunos “vasos de actitud medio llenos”. Yo nunca me pregunto si mi hebreo es “bueno”, solamente si es mejor que el de ayer. Es la manera de que su transformación se le acerque sigilosamente: ahora disfruto de la compañía de mis amigos en lengua hebrea sin sentirme excluido y me desahogo con los menús en lengua hebrea.

Cada vez entiendo más (y disfruto) de la radio, la televisión y el teatro, e incluso asisto a conferencias de negocios y políticas de cierto nivel político. Para mi último reto, estoy tomando clases de actuación y, “hasta yo mismo”, lo estoy haciendo relativamente bien. Todavía cometo errores, y a veces hasta me siento un poco tonto, pero estoy mejor que ayer, y eso es lo único que me importa.