LA PROVINCIA.ES

Los 17 integrantes de la organización nazi denominada Frente Antisistema (FAS), desmantelada en 2005, se enfrentan a penas de prisión desde dos hasta seis años de cárcel. El fiscal les acusa de diferentes delitos de asociación ilícita y tenencia de armas prohibidas.

El grupo, entre los que se encuentra el autor de la muerte de Guillem Agulló, se dedicaba a realizar proselitismo y adoctrinamiento nacional socialista a través de una página web y de diferentes charlas en un local que disponían en Valencia. Durante estos coloquios justificaban, por ejemplo, las medidas de Hitler contra los judíos.

La estructura de la organización estaba perfectamente jerarquizada. El grupo constaba de una Junta de Mandos, cuatro dirigentes que, reunidos en asamblea, dirigían el grupo. También se integraban en este escalafón, el encargado del soporte ideológico, el contable y el responsable de adquirir armamento y parafernalia nazi.
Una de las vías de financiación del grupo, aparte de organizar conciertos, era la venta de armas (puños americanos, navajas automáticas y porras) y artículos con simbología nazi. En ocasiones, ellos mismos confeccionaban alguno de estos productos desde un taller de la localidad de Burjassot.

En el escalón inferior se situaban los jefes de grupo, cuyo trabajo consistía en cobrar las cuotas de los socios y captar a nuevos adeptos a la causa fascista. En el último lugar, quedaban los seguidores, sin más, de la organización.

La Guardia Civil acusaba a los integrantes de la red de propinar palizas a inmigrantes, pero estas agresiones no han quedado probadas durante la instrucción del caso.

El fiscal solicita diferentes penas según la responsabilidad de cada uno de ellos en el Frente Antisistema. Para los miembros de la Junta de Mandos pide tres años de prisión. Entre ellos se encuentran dos militares. Sólo dos de este primer grupo se enfrentan a seis años ya que al delito de asociación ilícita se suma también el de tenencia de armas prohibidas.

Numerosos miembros de la red ya tenían antecedentes por otros delitos. Destaca, por ejemplo, Pedro Cuevas, quien ya fue condenado por la muerte del joven Guillem Agulló a seis años y siete meses de cárcel.

Durante los registros en diferentes domicilios de la provincia de Valencia se halló una gran cantidad de armas, fundamentalmente revólveres, pistolas y escopetas. Entre el materia intervenido destaca un lanzagranadas, que estaba inutilizado, y un bolígrafo pistola. De igual modo, los agentes de se apoderaron de abundante munición, navajas, machetes, puños americanos y porras.