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Los ulemas suníes del Líbano pidieron hoy a las autoridades que impongan su poder en todo el territorio, tras los disturbios de anoche en Beirut entre partidarios y detractores del régimen sirio que causaron dos muertos.

El jeque Jadul Araimet instó al presidente libanés, Michel Suleimán, al Gobierno y al Ejército, entre otras instituciones, a que “extiendan su autoridad por todo el territorio nacional y retiren las armas ilegales, porque éstas deben estar solo en manos del Estado”, según comunicado.

El jeque insistió en que los ulemas (expertos en ley islámica) actúan para preservar la “unidad nacional y las instituciones oficiales, en especial, la militar”, según la nota, emitida tras una reunión en Dar al Fatua, sede de la comunidad suní en la capital.

Dos personas fallecieron y dieciocho resultaron heridas en enfrentamientos anoche en el barrio de Tarik al Yadide, en el oeste de Beirut, desencadenados tras la muerte ayer del clérigo suní Ahmad Abdul Wahid por disparos de militares en un puesto de control en la región norteña de Akkar, fronteriza con Siria.

Araimet pidió que el caso sea transferido al llamado Tribunal de Justicia, cuyas sentencias son inapelables, porque, en su opinión, el incidente lleva “los gérmenes de la discordia”.

Asimismo, instó a los jóvenes de Akkar a reabrir las carreteras, cerradas ayer en protesta por la muerte del jeque, para que poder asistir al entierro de Abdul Wahid, que se celebrará a primera hora de la tarde