JENNA SPERBER PARA ENLACE JUDÍO

En el siglo XXI, el concepto “startup” se convirtió en una de las palabras más utilizadas en el mundo de la tecnología y los negocios. Refiere a empresas que están naciendo, emprendimientos y proyectos nuevos, generalmente las locas ideas de los jóvenes universitarios entran también en esta categoría.

Cuando quise buscar la traducción de la palabra, el diccionario dice “inicio”. Sin embargo, debo aclarar que esta palabrita que tan de moda está hoy en día, se aplica mayormente para el sector tecnológico. En el cual, entra todo lo que usted como yo podamos imaginarnos, así que para que dar ejemplos.

Punto de partida. Las ideas y prototipos, algunos más conservadores y otros más desopilantes de nuevos productos, que parecen inventos de laboratorio y pueden convertirse en grandes negocios con unos pocos años de trayectoria. Mi vida cotidiana del otro lado del Océano, compartida con la tecnología moderna.

Descubrí con el correr de los días en Israel, que los caninos tienen un lugar en la vida telavivense casi como un humano. Entran al shopping, viajan en colectivo, se sientan en los bancos y a dos locales de mi casa, hay uno que oficia de Bitajon (seguridad) o eso aparenta. Pero para mayor sorpresa, me encontré con Jana, la hija mayor de la prima hermana de mi abuela a quien denominé, después de varias cenas, como “familia”, paseando a su caniche toy colorada por el parque Hayarcon sin las famosas bolsitas plásticas para el popo perruno. Un saludo, algunas preguntas de cortesía y nos despedíamos, cuando Shely, esa que más que perro parece un peluche de la juguetería, decide sin previo aviso hacer su gracia y deja un lindo paquetito de caca junto a nosotras.

Amo a los perros, pero este momento no se lo deseo a nadie, pensé. Cuando mi cuasi prima, con todo el glamour extrajo de su cartera su nuevo juguete Ashpoopie; una especie de brazo metálico quema al instante el excremento convirtiéndolo en ceniza estéril, orgánica y sin olor. Uno no debe hacer nada más que apretar un botón para levantar la caca y luego otro para devolver las cenizas al medio ambiente.

Impresionada por la demostración, me despedí camino a casa dispuesta a conseguir uno de estos para llevar de regreso a Buenos Aires.