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Alemania jugará mañana un amistoso en Leipzig contra Israel, último examen para los dirigidos por Joachim Löw antes de la Eurocopa, y en el que buscarán rehacerse tras la sorpresiva derrota sufrida por 5-3 ante Suiza.

Sin embargo, es claro que la situación antes de este compromiso es distinta. Löw ya tiene a todos sus jugadores bajo su mando mientras que para el partido contra Suiza tuvo que prescindir de todos los jugadores del Bayern.

Mañana la única baja importante es la de Bastian Schweinsteiger, que sufrió un hematoma en la pantorrilla de la final de la Liga de Campeones y con quien Löw no quiere correr riesgos.

El partido servirá ante todo para tratar de ajustar una posible formación titular. Sin duda, hay algunos puestos que ya están escriturados.

Atrás, Manuel Neuer es inamovible en la portería, Philipp Lahm es también titular fijo -aunque está todavía abierta la pregunta acerca de si jugará como lateral izquierdo o lateral derecho- y uno de los dos puestos en el centro de la defensa parece reservado para Holger Badstuber.

Si Lahm juega por la derecha, como lo viene haciendo en el Bayern, el lateral izquierdo entonces sería Marcel Schmelzer, quien sin embargo hasta ahora no ha logrado convencer en sus partidos con la selección.

Si Lahm juega por la izquierda -como lo hizo con la selección durante la eliminatoria- entonces la posición de lateral derecho se le pelearán Jerome Boateng y Benedikt Höwedes.

El puesto de central al lado de Badstuber se lo disputan Per Mertesacker y Mats Hummels. Aunque por su rendimiento con el Borussia Dortmund Hummels debería tener cierta ventaja, Mertesacker tiene el bono de su experiencia como internacional.

En el centro del campo parecen inamovibles Schweinsteiger y los madridistas Sami Khedira y Mesut Özil. Lukas Podolski y Thomas Müller tienen las mejores cartas en las otras dos posiciones mientras que adelante está abierta la lucha entre Mario Gómez y Miroslav Klose.