JOSÉ KAMINER TAUBER PARA ENLACE JUDÍO

Dedicado a mi padre y a todos los padres

“Lo que un padre dice a sus hijos no lo oye el mundo, pero puede ser oído por la posteridad” (Juan Pablo Richter)

Para este día del padre escogí comentar sobre el patriarca Jacob hijo de Isaac y nieto de Abraham, para definir la palabra patriarca podemos decir que es el personaje del Antiguo Testamento que fue jefe o cabeza de una numerosa familia o descendencia.

Jacob o Ya’akov, en hebreo יַעֲקֹב “sostenido por el talón” o en árabe يعقوب Yaʿqūb, conocido después como Israel hebreo יִשְׂרָאֵל “El que Pelea con Dios”, árabe اسرائيل Isrāʾīl) es uno de los patriarcas de la Biblia. Su historia es contada en el libro del Génesis.

Como un tronco de un frondoso árbol de fuertes raíces y ramaje diverso que convirtió un clan en un pueblo que lleva el nombre de Israel (Apareció D–s a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo. Y le dijo: Tu nombre es Jacob; no se te llamará más por tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. También le dijo Dios: Yo soy el D–s omnipotente» (Gen 35:9-11) hasta nuestros días.

La Biblia hace mención de doce hijos: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Dina, Dan, Neftalí, Gad, Aser, José y Benjamín de los cuales el pueblo que desciende del patriarca se llama por su nombre Israel o «casa de Jacob».

Revisando la historia bíblica de Jacob, encontramos un hombre ferviente y creyente en el D—s de sus padres que a lo largo de su intensa vida demostró una gran constancia en sus propósitos, mucha tenacidad para el amor de su vida, un corazón para repartirlo entre sus hijos y el logro más relevante, el de conseguir la paz con su hermano. Ojala aprendiéramos de los hermanos y en este mundo buscáramos la paz.

Y Esaú corrió a su encuentro, y abrazóle y echóse sobre su cuello, y le besó; y lloraron.

Y alzó sus ojos, y vio a las mujeres y los niños, y dijo; ¿Qué te tocan éstos? Y él respondió; son los niños que D—s ha dado á tu siervo.”
(Gen 33. 4,5)

Jacob llamado Israel es para mí un ejemplo en muchos sentidos y valores, la vida de un ser humano transcurre como un río que conduce sus aguas por varios vericuetos, remansos, rápidos y cascadas. Lo importante de esto estriba el uso de este liquido haga florecer su entorno y satisfaga a los sedientos.