EL ECONOMISTA.ES

La Deutsche Ahnenerbe, una división especial de las SS del régimen de Hitler, fue creada para misiones esotéricas: rastreaban piezas como el Cáliz o el Arca de la Alianza y las buscaron en España.

La Ahnenerbe era conocida como una sección ocultista de las SS. Estaba dirigida por Heinrich Himmler y sus misiones parecen sacadas de las películas de Indiana Jones.

La ambición de Hitler era rastrear el origen de la raza aria y apoyarla con la adquisición de objetos esotéricos de gran valor, que otorgarían un poder sin límites a los nazis, según relata el diario ABC.

Este objetivo llevó a la sección a vivir auténticas exploraciones en Europa, entre las que uno de los destinos principales fue España.

El Arca de la Alianza, objeto protagonista de la primera película de Indiana Jones, era el símbolo más codiciado por Hitler. A este contenedor donde, según las Escrituras, fueron guardadas las tablas de los mandamientos de Moisés, se le atribuían propiedades de gran poder, como que era capaz de matar a todo aquel que la tocaba y sólo podía ser abierta por un gran rabino que conociera el nombre de Dios.

De este modo, el destacamento ocultista nazi viajó hasta Toledo, donde se puso en contacto con la comunidad judía. Las pistas que allí pudieron cosechar sobre el Arca les llevó hasta el Museo Arqueológico de Madrid, donde esperaban encontrarla entre restos de piezas egipcias. No fue así.

Viaje al monasterio de Montserrat
El otro viaje a España estuvo motivado por otro objeto de importante culto religioso: el Cáliz de la última cena de Jesucristo. La Ahnenerbe tuvo conocimiento de que José de Arimatea lo transportó por Europa y llegó hasta Francia.

El mismo Himmler capitaneó esta expedición y, al no encontrar nada en tierras galas, preguntó por el Cáliz en el monasterio de Montserrat. Allí, el padre Ripol se negó a permitir que los nazis inspeccionaran el lugar, con lo que los alemanes estaban convencidos de que el objeto sagrado se encontraba allí.

El fin de la II Guerra Mundial y la derrota alemana acabó con las aventuras de los nazis en busca de su pasado y de los símbolos para lograr un poder absoluto.