EUROPA PRESS

13 de junio 2012- Un informe oficial elaborado por el organismo que supervisa al Gobierno israelí ha puesto de manifiesto que la Administración de Benjamin Netanyahu mantuvo, antes de ordenar el asalto a la Flotilla de la Libertad, discusiones precipitadas y superficiales en las que se ignoró, entre otras cuestiones, la respuesta ante posibles situaciones de violencia.

Los militares israelíes abordaron en mayo de 2011 el buque ‘Mavi Marmara’, que formaba parte de una flotilla que intentaba romper el bloqueo sobre la Franja de Gaza y entregar ayuda humanitaria a este territorio controlada por la milicia palestina Hamás. Durante el asalto, murieron nueve activistas turcos.

A los informes publicados desde entonces sobre estos hechos se ha sumado este miércoles el del Interventor israelí, Micha Lindenstrauss, quien en su condición de auditor de las actividades gubernamentales ha proyectado algunas sombras sobre la forma en que Netanyahu gestionó la llegada de los buques.

El informe, de 153 páginas, recoge que la cúpula política de Israel no siguió el protocolo establecido para la toma de decisiones y que Netanyahu, en lugar de coordinar debates ordenados, mantuvo básicamente encuentros privados con los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, Ehud Barak y Avigdor Lieberman, respectivamente.

Además, y pese a que los servicios de Inteligencia habían comenzado a recabar desde principios de 2010 información sobre la flotilla, el Gobierno no analizó estos datos para preparar una posible respuesta a los barcos.

Lindenstrauss, a punto de abandonar el cargo, ha dicho que no fue hasta el 26 de mayo, cinco días antes del asalto al ‘Mavi Marmara’, cuando el primer ministro convocó al denominado ‘foro de siete’ –formado por miembros de su Gobierno– para analizar la situación.

En estos encuentros no participaron ministros clave como el de Justicia o el del Interior y los asistentes no estaban al tanto de lo que se iba a discutir ni tuvieron tiempo para preparar la reunión, según denuncia el informe, recogido por los medios israelíes.

Netanyahu tampoco activó de forma conveniente el Consejo de Seguridad Nacional, una subdivisión dentro de la Oficina del primer ministro que celebró su primera reunión el 12 de mayo. Representantes de este consejo pidieron, sin éxito, involucrarse en las discusiones sobre la respuesta que Israel daría a la flotilla.

Lindernstrauss también denuncia que el Ministerio de Defensa no tuvo en cuenta la preparación de los militares para hacer frente a un posible escenario violento, pese a que las autoridades eran conscientes de que podía darse.

El Interventor admite, sin embargo, que de su informe no puede extraerse que podrían haberse evitado las nueve muertes del ‘Mavi Marmara’ si se hubiera seguido otro proceso en la toma de decisiones, pero insta al Gobierno a extraer lecciones de estos hechos y a revisar su plan de acción de cara al futuro.

NETANYAHU SE DEFIENDE

La oficina de Netanyahu ha defendido su actuación antes y durante el abordaje de la flotilla. En un comunicado, la jefatura de Gobierno ha subrayado que las autoridades de Defensa “no estaban advertidas de lo peligrosos que podían ser los pasajeros” del ‘Mavi Marmara’, activistas pro palestinos, según informa el periódico ‘Yedioth Ahronoth’.

En este sentido, el Ejecutivo ha alegado que “si hubiesen sabido lo peligrosos que podrían ser”, el operativo se habría preparado de forma “diferente” y el resultado también podría haber sido “diferente”.